29 de junio de 2014

Venatu


Aun quedaban un par de horas para que el sol asomara entre las montañas arrojando su luz sobre todo el continente, anunciando la llega de un nuevo día, a pesar de eso, él ya llevaba un par de horas levantado preparando los bártulos para el viaje, su mujer no había notado que su marido se había
levantado y su hijo menos aun, aunque no quedaba mucho para que su padre fuera a despertarle.

-         -  Arriba hijo, hoy es un gran día – dijo mientras agitaba el hombro del muchacho que aun se debatía entre el mundo de los sueños y el real-

Su hijo lo miro a la cara más dormido que despiertos y entre balbuceos apenas acertó a decir.

-         -  ¿Qué tiene de especial el día de hoy?

-          - Es tu décimo sexto cumpleaños, vendrás conmigo

La cara del muchacho cambio por completo, salto de la cama y no tardo demasiado en prepararse, a fin de cuentas su padre ya había preparado la mayor parte.

Paso menos de una hora, cuando ambos, padre e hijo ya se encaminaban hacia las montañas, a pesar de su corta edad casi era tan alto como su padre, iba cargado con comida y algunas herramientas de su padre, mientras que el padre, caminaba delante de él, portando las armas, a su espalda un arco  y una espada que podría ser casi tan alta como él mismo, en su cintura la carcaj, todas las flechas amontonadas dentro de ella daban la sensación de ser una única pieza de madera, como si del mando de un arma se tratara o un vulgar garrote.

Desde que tenía memoria, su padre solía salir de la aldea a las montañas, nunca supo muy bien para que, solo que siempre que volvía era recibido por toda la aldea y esa misma noche se celebraba por todo lo alto su regreso, lo que sea que hiciese en sus viajes, era necesario para todos, pero nunca le contó nada, así que nunca llego a comprender por qué el hecho de que su padre saliera de la aldea y volviese al cabo de un tiempo sin nada entre las manos era tan importante, alguna vez intento seguirlo, pero su padre lo descubría a las pocas horas y lo llevaba de vuelta a la aldea.

Caminaron durante varias horas sin cruzar palabra, el muchacho simplemente observaba todo lo que su padre hacia, al principio solo caminaba mirando hacia delante, pero hacia unas horas que parecía buscar algo, miraba al suelo, se detenía a mirar plantas, hundía la mano en la tierra,  subió sobre una roca y oteo el horizonte.

-          ¿Qué buscamos Padre? – preguntó por fin su hijo-

Su padre lo miro directamente a los ojos, y volvió a mirar al horizonte, alzo uno de sus brazos señalando.
-          Aquello, hijo.

Señalaba a un río, a la falda de la montaña,  su cauce parecía haber descendido de una forma violenta, pues era como si un gran caudal hubiera erosionado la tierra en una dirección y después simplemente, descendió, dejando un río minúsculo dentro de un cauce enorme.

Así que emprendieron rumbo hacia el río  bajando por la montaña, descendiendo con cuidado, buscando un camino seguro para evitar caer rodando, poco a poco, paso a paso llegaron hasta el río y lo siguieron montaña arriba buscando su nacimiento, no tardaron demasiado en dar con una cueva, cuya entrada se separaba bastantes metros del suelo, unos diez o más, el río se adentraba hasta la oscuridad más absoluta, el padre hizo una seña para que el hijo se detuviera y se acerco cautelosamente a la cueva, desenvaino su espada y examino la obertura.

-          - Ven aquí hijo, ¿notas como el viento se escurre entre nosotros hacia la cueva y vuelve a salir de ella? ¿sabes qué significa eso?

-          - No lo sé, padre

-         -  Esta respirando, rápido, ayúdame, busca ramas, hojas, lo que sea, cuanto más seco mejor.

Tuvieron que alejarse bastante del río para encontrar materiales los suficientemente secos, pero cuando el sol empezaba a ocultarse habían reunido un cantidad más que considerable en la entrada de la cueva, el padre buscó en el macuto que llevaba su hijo en la espalda y saco una bolsa que parecía supurar, abrió la bolsa y una sustancia viscosa vio la luz del atardecer, era grasa, comenzó a esparcirla por el montón de follaje que habían reunido, una vez acabó, condujo a su hijo sobre la obertura de la cueva, se prepararon para acampar, la noche se cernía sobre ellos apenas quedaba una hora de luz, hicieron un fuego con algo de los restos de grasa y envolvió una de sus flechas con los restos de la bolsa de grasa, armó su arco, lo acerco al fuego y este parecía estar encantado de encontrar un nuevo hogar en la flecha, pero no duro demasiado, pues apuntó al montón de hojarasca y disparo, la llama creció durante un instante, pudieron sentir el calor como si estuvieran dentro de la propia llama, la hojarasca comenzó a arder, la cueva empezó a absorber el humo, rápidamente el padre rebusco dentro del macuto, saco dos pequeñas hachas y una cuerda, le dio las hachas a su hijo, el cual aun no comprendía nada.

-         -  Las necesitaras para agarrarte –solamente dijo eso y se sentó-

-          - ¿ahora qué hacemos padre?

-         -  Esperar

El sol ya casi estaba oculto, cuando el suelo comenzó a vibrar, rápido, el padre pego un oído al suelo y más rápido aun se puso de pie, ato un extremo de la cuerda a su cadera y el otro extremo a la cadera de su hijo, los temblores cada vez eran más fuertes, parecían acercarse a ellos, agarro a su hijo de los hombros, lo miro directamente a los ojos.

-          Estas a punto de descubrir que es lo que hace tu padre cuando viaja, agarra con todas tus fuerzas las hachas, pueden salvarte la vida.

Sin mediar palabra giro y salió corriendo, saltó hacia la obertura de la cueva y su hijo se vio arrastrado por la cuerda, lo siguiente que sintió fue un duro golpe contra la cabeza, por suerte, su cabeza era bastante dura y solo se desoriento un instante, miro hacia delante y vio a su padre tirado con la espada clavada en el suelo, un suelo duro y agrietado que seguía vibrando, miro hacia sus pies y vio la cueva, que se hacía cada vez más pequeña, se alejaban de ella, volvió a mirar a su padre con incredulidad, veía como este le gritaba, y poco a poco el sonido volvió a llegar a sus oídos, su padre gesticulaba, y segundo a segundo las palabras comenzaban a salir de su boca y llegaban a los oídos del muchacho.

-          - Las hachas, las malditas hachas.

Reacciono, clavo sus dos hachas al suelo, su padre se incorporo y comenzó a tirar de él, poco a poco, como si de una escalada horizontal se tratara iban avanzando , miro a sus lados y vio que el suelo agrietado se acababa, pero el bosque, las rocas, todo a su alrededor,  pasaba de largo, estaban sobre algo que se movía, ¿Qué clase de animal era ese?,  las sacudidas eran cada vez más salvajes, cambiaba de dirección y casi caían de su lomo, por fin parecía que el animal se acababa y que llegaban a uno de sus extremos, el padre se aferraba a una de sus espadas, que tenía clavada bajo las escamas del animal, su hijo se aferraba con todas sus fuerzas a las hachas que lo mantenían pegado al lomo, asi que el padre con la mano que le quedaba libre desenvaino la gran espada que llevaba a la espalda y la clavó de golpe, un ruido ensordecedor parecía crecer desde lo más profundo del animal y salió al exterior callando por completo cualquier otro sonido que hubiera sobre la tierra en ese momento, el animal se paró en seco y ambos salieron despedidos y rodaron un par de metros, por suerte la cuerda no se rompió, cuando el muchacho levantó la vista, pudo tomar idea, ante él, un ser gigantesco con forma de serpiente yacía inmóvil, la cola se perdía en el horizonte, casi pareciera que aun no había terminado de salir de la cueva, y a pesar de verse como una serpiente a lo largo de su cuerpo salían varias extremidades emplumadas y la cabeza a pesar de las escamas y la lengua bífida que asomaba por la boca, su cara parecía mostrar ciertos rasgos humanos, el muchacho miro a su padre que estaba sentado a su lado.

-          - ¿Qué… que era eso, padre?

-          - Un Dios

-          - ¿He… hemos matado a un Dios?

-          - Si, hijo y mañana, mataremos a otro.

22 de junio de 2014

Cuit (1/2)


Esto viene a ser una historia de chico conoce a chica, siento no ofrecer mucho mas, a día de hoy, las relaciones interpersonales se han facilitado, se han facilitado hasta tal punto que puedes relacionarte con varias personas a la vez usando el mismo instrumento, ya sea un ordenador, un teléfono móvil, una tablet y si los instrumentos brindan todo un abanico de posibilidades, los medios no se quedan atrás, chats, llamadas telefónicas, redes sociales, la lista es interminable, así fue como Jacob encontró a Ari, bueno, a Aria, a Rachel, a Julia, a Emma, pero nos centraremos en Ari, aunque empecemos por Jacob.

Jacob era un niño, adolescente, niño adolescente, como queráis etiquetarlo, diecisiete años, su aspecto físico era lo de menos, pero era un chico normal, ni destacaba, ni pasaba desapercibido, dentro de la normalidad, era lo más absolutamente normal, no tenia hermanos, lo cual le aportaba un grado de privacidad bastante alto, vivía con sus padres y eran una familia feliz, como decía, solía frecuentar chats y redes sociales donde conocía chicas, le resultaba más fácil conocerlas a través de internet y quedar con ellas, a fin de cuentas, con diecisiete años sus impulsos solían ser mas escrotales que cerebrales, así iba, hasta que Ari se cruzo en su camino, no es que Ari fuera especial, no es que tuviera más conversación que las demás chicas, Ari estaba lejos, vivía en otra ciudad a una hora de viaje de coche, no era demasiado, pero con diecisiete años, hasta los obstáculos más pequeños se convierte en abismos insalvables, así que esa imposibilidad de tenerse, hizo crecer en ellos una atracción mayor que con el resto de pretendientes por ambos lados, bueno, esa imposibilidad y la orgia de hormonas que dictaban las conductas de ambos.

Hablaban, se veían por Cam, quedaban a la hora de cenar para hacerlo juntos, ponían películas a la vez mientras tenían la Cam activa para comentarlas, se masturbaban juntos, solían dejarse mensajes cuando no estaba el otro, aunque desde fuera pudiera parecer el nacimiento de una relación amorosa a esa edad el amor suele confundirse con el deseo, a veces hasta el deseo se confunde con amor.

Los padres de Jacob también destacaban por su absoluta y rotunda normalidad, el padre trabajaba en un concesionario, vendía coches, la madre era administrativa en un edificio del centro de la ciudad, creyentes, enamorados con hijo y perro, la familia ideal.

Se acercaba el fin de curso y Jacob y Ari seguían hablando todas las noches y dias y tardes y mañanas y a todas horas, los padres de Jacob decidieron coger vacaciones al mismo tiempo para poder hacer alguna escapada y cuando esta noticia llego a los oídos de Jacob este sin duda vio la oportunidad, la oportunidad perfecta para hacer que Ari viniera y pudieran dar rienda suelta a su amor, a su amor sobre la mesa del salón, contra la pared de la cocina, en el suelo del pasillo, etc.

Y así fue, Jacob convenció a sus padres de que se fueran ellos solos durante una semana, que se lo habían ganado, tampoco costo demasiado convencerlos, una semana solos pintaba demasiado bien, así que, sobre las ocho de la mañana del viernes estaban saliendo de casa, sobre las diez de la mañana del viernes, Jacob estaba en la estación recogiendo a Ari.

La casa de Jacob, era amplia, tenía un gran patio delantero, su padre a veces venia con coches del concesionario y los aparcaba ahí delante, la puerta de la entrada era amplia, tenia cristales pero decidieron quitarlos porque sería facil romperlos y entrar a robar, suelo del pasillo era de azulejos y sobre la mesita del recibidor habia un condón usado, la cocina era estilo americano, una barra donde podían encontrar la plancha, fregadero y una zona amplia para preparar los ingredientes, los cazos colgaban, el frigorífico parecía un armario y en el cubo de la basura habia un condón usado, el cuarto de Jacob era el cuarto de cualquier adolescente, desordenado, un ordenador, una televisión, una consola, un par de posters y unos cuantos condones usados, aunque el santo grial de la casa, era la habitación de los padres, el suelo enmoquetado, un baño con una bañera enorme de hidromasaje y una cama amplia, donde Jacob podía jugar como quisiera con Ari, el cabecero era metálico, es decir, tenia adornos florares metálicos y todo ello era un intrincado diseño con barras galvanizadas y allí en el cabecero era donde Ari estaba atada, mirando a la pared, de rodillas, mientras Jacob la agarraba de la cintura y del pelo, tirando hacia él, entrando en ella una y otra vez, con el ímpetu de la edad, le resultaba raro mirar a Ari y subir la mirada y ver las caras de su padre y de su madre en el cuadro que estos tenían colgado sobre el cabecero, en cierto modo hasta le excitaba, así que, se dejo llevar, las embestidas se sucedían una tras otra, con más rapidez y fuerza, la cama vibraba, el cabecero golpeaba la pared y esta hacía saltar al cuadro, tal fue la energía de Jacob, que el cuadro de sus padres termino descolgándose, cayendo y rebotando en el cabecero y alojando  una de las esquina de su marco entre los dos hemisferios de Ari.

Chico conoce a chica, chico mata accidentalmente a chica.

15 de junio de 2014

El Huésped

Llego sobre las una y media de la tarde, quiso alquilar una habitación tranquila así que le dimos la ochocientos quince, esta al final del pasillo y no tiene ninguna otra habitación contigua, así que era la mejor opción  pero solo la quería durante media hora, somos un hotel peculiar y el único que ofrece un servicio así en esta ciudad, ofrecemos habitaciones por periodos de tiempos, a veces a la gente le entra sueño y volver a su casa a dormir para luego regresar al trabajo no es factible, así que aquí pueden acceder a una cama, es un servicio nuevo que esta funcionando bastante bien, pero ese no es el tema, el hombre en si, parecía normal, llevaba un traje azul y un maletín  así que pensé que trabajaría en alguna de las oficinas de por aquí y que venia a eso, a pasar un rato dormido, cuando el reloj marcaba las dos y diez, pensé que se habría quedado dormido, así que mande al botones para que lo despertara y fue cuando descubrió los cuerpos, ninguno era huésped del hotel y en ese periodo de media hora ningún nuevo huésped se registró, ni las cámaras grabaron a nadie en los pasillos de la ochocientos quince, el hombre entro en su habitación y cuarenta minutos después el botones entro en la misma habitación y encontró los cuatro cadáveres  pero ni rastro del huésped 

8 de junio de 2014

Vacas Canibales

- Es sencillo, puedes cambiar de genero de una forma radical simplemente cambiando la persona del verbo que utilices, mira, si dices "los humanos somos tan endebles" pues tienes un drama, alguien ha muerto y otra persona recalca la fragilidad del cuerpo humano, sin embargo, cambia la segunda persona del plural por la tercera "los humanos sois tan endebles" ¿lo ves? ahora hay algo que recalca la fragilidad humana, pero ese algo no es humano, ya que usa sois en lugar de somos, de drama hemos pasado a ciencia ficción o a cualquier fantasía que se le ocurra a esa mente tuya

Ese era el tipo de cosas en las que solía pensar, podías estar viendo la televisión  leyendo, desayunado, incluso follando, daba igual, él aparecía y compartía contigo algún pensamiento que le rondara la cabeza o que tu mismo le hicieras recordar sin proponertelo, esa misma mañana mientras le ponía leche a los cereales.

- Eso no es leche, ceban a las vacas con pienso, lo cual hace que produzcan suero, ese suero lo mezclan con aditivos y colorantes y de ahí sacan la leche, mantienen a las vacas gordas e inmovilizadas y ¿sabes lo mejor de la cuestión? Cuando esas vacas mueren, son llevadas a un matadero, donde tienen una trituradora de tamaño industrial, trituran a la vaca, la mezclan con especies, cocinan la mezcla restante hasta deshidratarla y un par de días después, con esa pasta reseca fabrican el mismo pienso que le dan de comer a las vacas, quien lo diría, estas bebiéndote la leche de unas vacas caníbales

Ahí es cuando pensabas ¿me tomo un zumo? pero no, unas vacas caníbales no iban a impedirme disfrutar del desayuno y cierta parte de mi se sentía poderoso al estar sentado y decidiendo que iba a tomarse una leche que no era leche procedente de unas vacas carnívoras a la fuerza.

1 de junio de 2014

a ultima hora

Entonces te das cuenta de que lo único que has abrazado esa noche es la taza del water y es cuando te ves a ti mismo desde fuera, ahí  sentado en el suelo, agarrando el water y vomitando tu alma, dejando que se escape por el desagüe como todos los objetivos que tenias hace un par de horas antes de salir de casa, ese fue el paso definitivo, decidí dejar de beber.

La primera vez fue con diecisiete años.

Así que empece por vaciar mi casa de estímulos etílicos  tire las botellas, latas, vasos de tubo, incluso decidí tirar los hielos que quedaban en la nevera, así como todas las bebidas con gas, me vi a mi mismo por primera vez en años comprando zumos.

Incluso con pulpa.

Había zumos de toda clase de frutas, plátanos ,peras, naranjas, piña, incluso frutas que no conocía como papayas o una de color rosa llamada fruta dragón  incluso zumos de varias frutas, piña con uva, melocotón con naranja, así como zumos con leche, zumos con pulpa.