28 de noviembre de 2009

Solo

Solo necesito esta entrada hoy aqui, libre para algo que no me ha dado tiempo a terminar

26 de noviembre de 2009

Creed (3/4)

Desde primera hora de la mañana empezó a reunirse un cumulo de gente delante del teatro, la mayoría eran curiosos, aunque también había algunos magos e ilusionistas, desde novatos a auténticos profesionales, que habían tenido noticia de lo ocurrido hace dos noches en ese teatro, a ellos se les sumaban periodistas, algunos médicos que exigían estar esa noche en el teatro y bastantes carteristas que cenarían caliente gracias a los despistados curiosos.

Cuando se acercaban las 12:00 del medio día, Evan James, uno de los policías que cercaba el teatro en el exterior, cerraba los ojos y abria de par en par su boca para bostezar, un placer al que se abandono pensando que sería justo después de horas de paciente espera, de pie, delante del teatro, un placer que no le duro demasiado porque apenas cerraba los ojos, notaba como algo hacia que su casco, típico y característico de la policía de esa ciudad, se hundiera contra su cabeza, haciéndole caer contra la acera que bordeaba al teatro, le dolió mas el golpe contra el suelo que la pedrada contra su cabeza, pero mientras se incorporaba puedo ver como un grupo de jóvenes, se acercaba abriéndose paso entre la muchedumbre, si no fuera porque tenían orden de responder pacíficamente, posiblemente hubieran cargado contra la multitud, así que Evan al igual que sus compañeros se acercaron mas, haciendo más compacta su cerca humana al teatro.

Cuando el grupo se coloco delante de los policías que estaban delante de la entrada del teatro

- Deben enterrar a ese hombre –grito el más adelantado del grupo y se giro hacia la gente que allí estaba reunida, siguió – Es nuestro deber como Cristianos fieles, el darle sepultura a un alma que de otra forma ardera por siempre en los infiernos por cometer el pecado mortal del suicidio, exigimos que se entierre

- ¿Y usted quién es? – la voz provenía del balcón de la fachada del teatro –

El bombín de Tom Creo, estaba inclinado mientras miraba la hora en su reloj de bolsillo, el chico lo miro con rabia, como si fuera insultante que alguien le dirigiera la palabra.

- Soy Jonathan Alexander Anderson

En esa ciudad, tener un segundo nombre acompañado de Anderson, no significaba nada, a menos que ese segundo nombre fuera Alexander, los Alexander fueron los fundadores de la ciudad, su descendencia se extendió a casi todas las ramas, política, policía, sacerdocio, comercio, así como también a la corrupción y extorsión. En este caso, este joven Alexander Anderson, se encontraba en la rama de la religión, concretándolo, era un seminarista, acompañado de unos veinte seminaristas, que por miedo o admiración le seguían en su cruzada funeraria. Tom guardo su reloj y por primera vez, dirigió su mirada al chico.

- ¿Y que se supone que quiere?

- Debemos darle entierro al hombre que se suicido ayer, mi tío es el sacerdote de la ciudad el mismo podría …

- ¿Por qué quieres enterrarlo?

- Porque es lo lógico en nuestra fe cristiana y lo que se debe hacer

- Pero ¿Quién le ha dicho Señor Anderson, que yo o el hombre que se suicido ayer como usted le llama, seamos cristianos?

Alexander balbuceo por primera vez, lo cual era lógico, estaba acostumbrado a que la gente acatara sus decisiones a la primera y este enfrentamiento le resultaba tan extraño como incomodo.

- Pero eso no les excluye de realizar la sepultura según la fe que procesen

- La cuestión es que no procesamos ninguna, pero déjeme decirle, Señor Anderson, que incluso en el caso de que fuéramos cristianos, tendríamos que velar al cadáver durante unas horas y ¿Qué mejor velatorio para un artista, que el mejor teatro de la ciudad?

- Ese cadáver se enterrara antes de que anochezca, téngalo claro

La ira que acompaño a esa última frase así como la fama que acompaña a los Alexander, hizo que en la mente de todos los reunidos allí, se hiciera factible la idea de que en unas horas, el cuerpo del teatro estaría bajo tierra, tanto por las buenas, tanto por las más que probables malas, con lo que todo quedaría en duda.

- Dígame una cosa, Señor Anderson, ¿quiere enterrar a mi compañero por fe o por falta de fe?

- ¿Cómo dice?

- Sí, que si sus ganas de enterrar se deben a su notable y profunda fe o al miedo, ya que desde que el hombre es hombre, solo ha habido un hombre que haya vuelto de la muerte sin intervención ajena y que si esta noche se repitiera ese suceso, su fe cambiaria de arriba a abajo.

Alexander palideció de arriba abajo, una palidez que se torno carmesí, cuando empezó a apretar su mandíbula inferior contra la superior, la respiración del Señor Anderson, se torno agitada y violenta, Tom Creo, había conseguido desestabilizarlo y lo sabía, sabía que ahora el Señor Anderson solo se escudaría en lo primero que lograra componer su cabeza.

- No consiento que un pagano como usted, cuestione mi fe, porque en el hipotético caso de que ese hombre vuelva a la vida, sería un segundo Lázaro que …

- No hay nadie aquí que lo vaya a animar a andar

Y ese fue el golpe de gracia, la cara de Alexander se desencajo y señalo a Tom con su dedo

- Usted, usted ardera en el infierno, junto al suicida que hay ahí dentro, ambos arderán por años, y créame cuando le digo, que ese hombre se enterrara, no habrá un nuevo día para él, ni para nadie, porque nadie puede volver y nadie volverá. Tendrá noticias mías

Alexander se giro y atravesó a la muchedumbre de una forma más violenta que cuando llegaba, los que iban con él, aun un poco incrédulos de haber visto a Alexander perder los papeles, le siguieron.

Tom volvió al interior del teatro y se sentó en una de las butacas, desde los palcos la vista seguía igual, los agentes paseaban entren las butacas, otros hablaban entre ellos, la carpa seguía nadando entre raíces, la sangre seguía seca, Aunque hubiera parecido que Tom, había salido intacto de su enfrentamiento con Alexander, el sudor se le empezó a acumular en la frente, a pesar de su casi insultante tranquilidad, sin duda era el que más intranquilo estaba, cada vez que posaba la vista sobre su compañero, una sensación extraña, le subía por cada una de sus vertebras, parándose en su corazón y helándoselo por momentos, llenándole la cabezas de preguntas, ¿se levantara?, ¿estará fingiendo?, medicamente estaba muerto, Jack Ripper había certificado su muerte, y esa misma tarde otro médico vendría, para volver a constatarlo, además sabia que el revólver era verdadero, así como las balas, el mismo, lo compro, para protegerse. Todo eso, le hacía sentirse inseguro por primera vez, había visto cosas extraordinarias, pero ninguna como esto que ahora ocurría delante de él, estuvo discutiendo consigo mismo hasta que la presión le pudo y simplemente, se durmió en la butaca.

21 de noviembre de 2009

The Last Man

Mírame, sigo aquí, mirándote, pensando que no hay otro lugar mejor que tu regazo, que sentirme perdido entre tus brazos y no en la isla, sin necesidad de orquídeas para salir, usarte como mi Arkham personal, para recuperar lo poco que queda de mi salud mental, como un extra preocupado, intento llamar tu atención en esta escena, en la que no hay cuerdas de piano atadas a dedos, pero si están tus dedos atados a la cuerda de mi vida, como si fuera un títere, sin memoria a largo plazo y sin cámara de fotos para recordar, tendría que clavar mi mirada en ti, para no olvidarte y así quedarme, clavado, como un espantapájaros seco, que apenas puede defenderse de los cuervos, tal vez, si me hundo delante, veas que no queda nada detrás de mí, que soy como Othar. Que no como corteza, mientras te prometo que falta poco, que estoy creando una historia que contar, que conseguiste envainarme, no como Tomoe, acabando con la lluvia de sangre, que no necesito mas placas de vidrio con manchas rojas secas, ni mi silla de barbero, que puedo guardar la hoja oculta que sigue mi credo y ahora solo quiero que al levantarme, estés ahí, dormida o despierta, pero ahí.

20 de noviembre de 2009

Juego Entre Las Sombras - Capitulo 2


2. Nada De Sutilezas



- ¿Otro asesino poeta? –volvió a decir la voz estridente-
- Si y lo que cuelga del techo es el logotipo de su editorial ¿quien ha soltado al pitufo?

Mientras me giraba, descubrí que al menos en tamaño no me había equivocado, aunque el color era un poco mas afroamericano, con una gran perilla negra y unos ojos que me provocaron un escalofrió, desde el primer momento que pise la comisaria, en la que él para bien o para mal, manda.

- No aguanto sus niñerías, …
- Discúlpele señor – Preston contesto rauda-
- Encima no le defienda, debe empezar a encarar sus estupideces
- Discúlpeme Adric –dije sin convencimiento ninguno, me encanta cabrearle-
- ¿Cuántas veces le he dicho que me llame Delirij? Solo sigue aquí por su rendimiento, si por mi fuera, si por mi fuera ...

Estaría en Nebraska, pensé para mi mismo

- Estaría en Nebraska

Así era Adric Delirij, un hombre afroamericano, el más bajito de cuatro hermanos, lo que seguramente le proporciono una infancia de abusos y bromas fraternales, cuando tenía unos 9 años, uno de sus hermanos mato a su mascota, al peludo y dentudo Señor Needles, un ratón de granja, realmente no sé si fue un accidente o intencionado, pero ese hecho, hizo que su cabeza diera un giro en, no sabría decir cuántos grados, su hermano resulto hospitalizado, a pesar de sobrepasarle todo un metro, el pequeño Adric acorralo a su hermano y según lo oído, hoy día puede dar gracias de no haber caído en coma, desde aquel día, se convirtió en una especie de justiciero, casi verdugo, siempre que veía un abuso, actuaba, aunque su actuación fuera dejar al “criminal” inconsciente a golpes, lo que le acarreo la expulsión de números colegios. Ingreso en la policía por esa misma sed de justicia que le perseguía, casi como la compulsiva obsesión por el bien de Sophie, la sobrina de Gadget, claro, donde prosiguió su carrera de sanciones por brutalidad policíal, pero claro, el tiempo pasa para todo el mundo, y el vengador justiciero de Adric, apenas puede atarse los cordones sin que su espalda cruja, castigo de años de palizas, claro, lo que lo ha convertido en un ser que rezuma ira por sus poros, que no es más que sus ganas de aplastar caras, así que lo paga gritándome.

- ¿Que tenemos? –dijo, haciendo un gran esfuerzo por obviarme-

Pero no pensaba darle tregua.

- Básicamente el móvil del bebe Addams

Delirij aguanto su respiración, mientras sacaba un pañuelo marrón claro, con las iníciales A.D., del bolsillo de su camisa y se seco la frente, entonces miro a Preston.

- Me voy a la central, mándenme el informe en cuanto puedan

Y salió silencioso por la puerta del establo, seguramente pensando en algún bonito pueblo de Nebraska donde alojarme, Preston me miro con una de sus sonrisitas, que puede leer como ¿era lo que querías verdad?, enarcando mi ceja derecha ella leyó ¿acaso lo dudabas?.
Al fin pude volver la mirada al techo, seguían colgados, no goteaban, cuando los bajaran sabría si estaban secos de sangre o no, realmente me fascinaba, no el hecho de que 10 personas hayan acabado como adornos de un árbol de navidad, si no, que alguien se tome tanta molestia en crear, en formar, en hacer esta especie de arte, arte macabro. Mientras me emboba con el balanceo muerto de los cuerpos, el forense que hace un rato hacia las fotos, se percataba, de que un cable bajaba del techo hasta un interruptor que destacaba, básicamente por estar limpio e hizo algo muy lógico y racional, en una escena, accionarlo sin consultar.
Lo que ocurrió entonces provoco más interés en mí, aparte de un salto instintivo de Preston sobre mí, derribándome, pero sin conseguir que apartara la mirada del techo, todo el mecanismo comenzó a girar, pero de una forma peculiar, el cuerpo central giraba sobre sí mismo, mientras que los demás giraban sobre sí mismos y alrededor del central.

- ¿Estás Bien, Child?
- Heliocentrismo, Preston, Heliocentrismo
- ¿Te diste fuerte en la cabeza?
- No lo sé, míralo, es, es un modelo heliocéntrico, ese tío a montado un modelo heliocéntrico con cadáveres, deberíamos centrarnos en el sol
- Estamos en diciembre, Child
- Y parece que tus oídos se han congelado, míralo de una vez
Y contra todo pronóstico, no se levanto, se giro y se tumbo a mi lado, y ahí estaba la pareja aburrida del establo, viendo un espectáculo dantesco.
- El que está en el centro, es el sol, debe ser el más importante de las víctimas, el que relacione a las demás, el que las una, debemos centrarnos en el, dile a los forenses que le hagan la autopsia primero a el

En ese momento una cabeza rubia muy rubia, me tapo el plano del techo, era el agente impronunciable Wahnsinn, que por lo visto acababa de despertar del coma y venia a comunicárnoslo.

- Chicos, no sé qué ocurre, pero tenéis que iros al centro, hay otro
- ¿otro que, agente…? ¿otro qué?
- Otro cuerpo

15 de noviembre de 2009

Tasha88

Busco momentos, sobre todo cuando la noche cae sobre mí, para sentirme uno con el papel, andado detrás de esa evasión momentánea que él me proporciona, como un estúpido, lo venero y lo pongo sobre un pedestal, sintiéndome aliviado cuando a él recurro, sin darme cuenta de que es solo algo efímero, algo momentáneo, con lo que durante segundos consigo que mi mente se adentre en otros contextos, mas situaciones en las que ejerzo el papel de titiritero, en lugares que añoro pisar, en retazos carentes de sentidos pero que son bellos a la lectura, a fin de cuentas, mi mente se adentra dentro de ella misma, como en un bucle de locura y razón, buscando como dije, un momento de evasión, de esa rutina que me quema, porque cuando a él recurro, es más una desesperación, una súplica, para que me acoja y me acerque a lo que deseo, un ruego, un llanto, despreciándome a mí mismo, como un vulgar llorón, que quiere y no puede, que puede y no quiere, a fin de cuentas, cuando a él recurro, siempre busco lo mismo, acercarme a ti cuando no estás, a través de él, las palabras se convierten en caricias, las frases en abrazos y los párrafos en besos, una sensación efímera, pero me llena, una sensación imaginada, pero me roza.

13 de noviembre de 2009

So Cold

abrid, quiero salir de aquí,

de par en par,

escapar para mirar,

que el sol, se va a acostar,

entre mis manos,

que arderán por siempre,

escape de tu fango,

baile tu tango,

disimulando,

comi tu alma,

sin pensar,

dejame entrar,

un vistazo y a volar,

nadie se enterara,

y podre rozarte,

mis watchmen,

quieren vigilarte,

y poder salvarte,

quizás mutilarte,

no este bien,

ya sabes por placer ¿no?,

comeis mis sobras,

que dejo entre las sombras,

si me deshonras,

ya sabes que me sobras,

privame 15 años,

saldre sin sufrir daños,

y fúndeme como si,

fuera estaño.


12 de noviembre de 2009

Detesto (2/3)

Básicamente se dedican a buscar a nuevos candidatos para diversos puestos en la empresa y cuando tienen una lista, con las personas suficientemente aptas, me dan esa lista y yo me entrevisto con los candidatos.

Es muy entretenido, básicamente consiste en lo siguiente, por el interfono llamo al candidato o candidata por el nombre que figura en el primer curriculum del montón que me traen, la persona pasa a mi despacho, generalmente nerviosas, situación que contribuyo a empeorar quedándome unos 20 segundos mirándolo, en completo silencio, con mi puño derecho cogido por mi mano izquierda.

Por lo general, he diferenciado muchos tipos de candidatos, están los tímidos, realmente me encantan, puedes doblegarlos, pegarlos contra la pared, avasallarlos y se dejaran, nunca te levantaran la voz, ni pondrán en tela de juicio tus preguntas.

Los acatadores, son parecidos a los tímidos, con la diferencia de que si a estos les pidiera que me lamieran los zapatos, lo harían y la verdad, no sería la primera vez.

Los prepotentes, creen que están más capacitados que cualquiera para cualquier puesto y por lo general lo están, pero no los aguanto así que les doy puerta rápidamente.

La verdad he visto de todo, llantos, suplicas, intentos de asesinato hacia mí, intentos de suicidio hacia ellos, alguna vez la verdad es que casi los dejo, una vez realmente lo deje, pero no se atrevió, lastima, algunos intentaron colarse debajo de mi mesa, algunas se colaron y s postraron sobre ella, a las que por cierto, tampoco les di el puerto, sobre todo, por lo entretenido que era ver sus caras, al decirles, que no las contrataban, yo pensaba, ¿ pero acaso te dije que si me follabas iba a contratarte ?, lo diste por supuesto, gracias cariño, que pase el siguiente.

En definitiva no me quejo de mi trabajo, de no ser porque a veces me da algunas alegrías, posiblemente habría terminado tirándome desde mi ático del centro, justo como hizo Renard Luck, el anterior encargado de este cargo, ¿casualidad?, siempre pensé que fue un candidato descontento.

13:00 AM 22 de diciembre miércoles

Justo en 2 minutos entrara por la puerta de mi despacho y sala de entrevistas, Kia Soon, es una chica asiática, no sé muy bien de qué país, me lo ha dicho varias veces, cientos, miles, no la soporto, siempre está hablando de su país y apenas puedo recordar si es coreana, china, japonesa, pero todos los días a las 13:02 irrumpe en mi despacho, apoya sus rodillas en mi mesa y gatea estúpidamente, por el corto espacio que le proporciona mi mesa, hasta que agarrando mis hombros con sus manos, me besa es el menor momento, aparte del sexo, que tengo con ella, ese beso de las 13:02, acto seguido dice, “hoy iremos a” y termina con el nombre impronunciable de un restaurante grandiosamente caro y grandiosamente insípido, es curioso cuanto más caro es el sitio, menos sabe su comida.

Realmente a pesar de lo que creáis, soy un tipo sencillo para la comida, disfruto con un hamburguesa de carne de cobe, con lechuga traída de Italia y tomate español, queso alemán y cebolla francesa, sin olvidarme de sus patatas fritas, realmente me encanta, me parece un plato delicioso, pero en el trabajo y en mi vida social debo guardar las formas, esa es otra de las razones por las que dejo que me vean con Kia, es asiática, lo que me da un toque exótico y además como mujer, muchas podrían envidiarla, su pelo completamente liso, le llega por debajo de sus perfectos y parados pechos, siempre viste con vestidos ceñidos que dejan entrever, a veces ver, todas y cada una de sus curvas, pero si su cuerpo es perfecto su cara no se queda atrás, sus labios carnosos, acompañados de una nariz con el toque justo achatada, combinan a la perfección con sus enormes ojos negros, lástima que sea estúpida, si no la consideraría para algo más que sexo, comer, sexo mientras comemos.

Y aquí estoy en un restaurante de nombre impronunciable, que me saldrá caro, pero tampoco importa, Kia me lo sabrá retribuir, el ambiente del restaurante es parecido al del metro, siempre están las personas tipo. La pareja cuarentona, que apenas se dirige la palabra mientras habla, una mesa de ejecutivos molestos y sonoros, demasiado sonoros, un señor mayor perfectamente trajeado con un maletín entre sus piernas y nosotros, los dos jóvenes y apuestos ejecutivos, el apuesto y observador junto a la chica asiática despampanante con incontinencia verbal, por llamarnos de alguna forma. Siento como algunos de los sonoros ejecutivos fijan sus pupilas en Kia, eso hace que me sienta mejor, se que en ese momento me odian, pero mientras Kia, recita un discurso, sobre no se que costumbre de su país, como no, me ponen delante de mí, un filete de carne de ternera, asado a fuego muy lento, no demasiado hecho, acompañado de una menestra de verduras caramelizadas con vinagre de Módena, y entonces cojo el cuchillo, siento una descarga desde su punta, que recorre todo mi brazo, hasta llegar a mis neuronas, dándoles la orden de coger el tenedor, lo hago despacio, mientras de fondo, oigo algo de una anécdota sobre un señor llamado Yun, cuando he cubierto el tenedor con mi mano, entonces lo agarro y lo levanto, como un director de orquesta, comienza el concierto, cuando clavo el tenedor en el filete, me gusta ver como de las hendiduras, brota algo de sangre, totalmente liquida por la cocción a fuego lento, ahí es cuando mi mano derecha entra al juego, levantando los vibratos, mientras hundo poco a poco el cuchillo en el filete, cierro los ojos, así, consigo que el cuchillo, sea uno conmigo, que forme parte de mi propio brazo, siento como avanza milímetro a milímetro, desgarrando, eficaz pero suavemente la carne. Todo era perfecto, mi cuchillo se deslizaba firme, Kia sigue balbuceando sandeces que no me importan nada, o al menos, no más que el tendón que está matando mi tranquilidad, por que ha parado mi perfecto corte, a través del filete, ella sigue hablando, yo sigo serrando el tendón, Kia no calla, sigo sintiendo el cuchillo como una parte de mi, su voz se clava en mi cabeza y quiero callarla, siento el impulso de lanzar la mesa a un lado y clavarle el cuchillo en su precioso cuello, cortarle la tráquea, su verborrea se convertirá en balbuceos húmedos, balbuceos rojos y húmedos. No lo aguanto más, me llevo una mano a mi frente y me muerdo el labio, levanto la varita, los graves aumentan, los bajos se agitan nerviosos, los violines aumentan su ritmo frenéticamente en un perfecto crescendo hasta que corta el silencio. Y sus palabras empiezan a escaparse, pero antes, antes de su boca, se escapan por su garganta, fluyen por ella, se derraman por su garganta hacia sus perfectos pechos.

6 de noviembre de 2009

Insomnio

Son las cuatro de la mañana, sigo despertándome de madrugada, estas pesadillas en las que me disparan en la cabeza, son cada vez más frecuentes, me incorporo sobre los casi incorpóreos músculos de mis piernas y me acerco a la nevera, en un intento de llevarme algo dulce a la boca, pero nada, estamos casi a fin de mes y mi nevera esta casi vacía, ni un mísero cerebro, da casi tanta pena como mi aparato circulatorio.

Por un momento las arañas de mi cabeza, parece que se pusieran en marcha, así que decido irme un rato al salón a ver un rato la tele, pero a esta hora solo tele tiendas, aun así entretienen, un tonificador muscular, pero en qué cabeza hueca, cabe la idea de comprar un tonificador muscular, cuando apenas tenemos músculos, pero siempre habrá imbéciles que lo compren, esto me aburre, así que en un intento de acabar con mi insomnio me dirijo al balcón.

La ciudad está tranquila, pocas luces, como siempre, en la calle algunos se arrastran, otros andan lento, menuda panda de nostálgicos estúpidos, saco mi paquete de Zorlboro y me enciendo un cigarro, fumar es un lujo barato, desde que nuestro aparato respiratorio quedo inservible, así como para los que ya no tienen papilas gustativas, aunque eso me molesta, sobre todo con la temática de la comida, cada vez se esfuerzan menos en hacerla sabrosa y para los que si conservamos las papilas gustativas, pues, bah no importa, cocino de maravilla.

Ni el cigarrillo y el aire fresco consiguen que me entre sueño, ahora ya no nos afectan las enfermedades, ¡qué bien! ¡Qué bien!, pero si me quiero tomar una puta pastilla para dormir, tampoco sirve de nada, progres de mierda y claro como un puto golpe en la cabeza más que dejarme inconsciente puede arrancármela, me toca quedarme tumbado en la cama hasta que me duerma, cosa que no hare, por que el sueño me entrara, justo, cuando suene el despertador y tenga que ir al trabajo.

Creed (2/4)

La sala de teatro se consterno, el hombre yacía quieto en el suelo y su sangre empezaba a caer por el escenario hacia el patio de butacas, algunas personas corrían despavoridas hacia las salidas, otras estaban clavadas en sus asientos sin mover si quiera un átomo de su cuerpo.

Los más serenos proferían gritos exigiendo su dinero, exigiendo que el director del espectáculo, saliera a escena y diera explicaciones, Edward se levanto y se dirigió por el pasillo central de butacas, hacia el escenario, como hizo anteriormente. Cuando su pie se poso en el primer escalón oye una voz que le llamaba, se giro justo a tiempo para ver como la paloma, aun con el reloj colgado de su pata, volaba directa a su cabeza, con el tiempo justo para agacharse, logro esquivarla.

Cuando recupero la postura y encamino su mirada al escenario, oyó otro golpe seco y vio el perchero tirado y justo a su lado, estaba ajustándose el bombín, el hombre del traje gris con rayas blancas.

- - ¿Que ocurre Comisario?

- - ¿Cómo? Su compañero se ha suicidado delante de toda la sala y pregunta que ocurre

- - El aviso de que iba a hacer y en sus instrucciones nos cito en dos días

- - ¿Pero él ha hecho algo así antes?

- - Nunca me dice que hará en cada espectáculo y la verdad lo he visto realizar hazañas que nunca habría imaginado, pero lo de hoy me descoloca bastante, aun así, tengo fe en el

Edward frunció sus cejas, se dejo llevar por el misterio que rodeaba a esa noche y se giro al público

- - Por favor, abandonen toda la sala, si hay algún médico o entendido en medicina que se quede y también si hay algún periodista, que por favor se quede.

Los que aun, quedaban clavados en sus asientos, comenzaron a levantarse y a marchar, muchos conservaban una tez blanquecina, incluso algunos necesitaron que otros les ayudaran a caminar, cuando la sala se vació, solo quedaban dos hombres sentados en sus butacas. Edward se dirigió al que le pareció más maduro, le miro como esperando que tuviera un remedio para el cáncer, el hombre se dio por aludido y se levanto, vestía un traje completamente blanco, llevaba el pelo engominado hacia atrás y un fino bigote sobre su labio.

- - Me llamo Jack Ripper soy cirujano

Edward miro al otro hombre, más bien muchacho que se había quedado en la sala, este, tenía un aspecto más humilde, como lo delataba su aspecto, su traje, elegante, pero pobre, se le notaba nervioso, tal vez la situación lo superaba.

- - Trabajo para el Journal Diary –apenas balbuceo-

Con un movimiento de mano Edward indico a Jack que se acercara al escenario, miro al muchacho y dijo

- - ¿Cómo te llamas muchacho?

- - Marvin

- - Está bien, Marvin, quiero que escribas lo que has visto aquí, todo, desde que compraste la maldita entrada hasta este preciso momento y que lo publiques, ¿entendido?

- - Pero yo …

- - No quiero excusas, siempre andáis buscando noticias y cuando las tenéis ¿vas a ponerme excusas? Sal de aquí y haz lo que te ordena un agente de la ley

Marvin salió corriendo del teatro sin advertirle a Edward que él era el chico de los recados del periódico, Jack que hacía rato estaba al lado de Edward, carraspeo sonoramente.

- - Eh si, esto, Doctor Jack, ¿puede? ¿Podría certificar la muerte?

- - Señor oficial, no necesita de mis servicios, se ha disparado a la cabeza

- - Si, lo sé, lo sé, pero puede, es un mago, puede ser un vulgar truco, no sé, tómele el pulso, usted tendrá más credibilidad que yo

Un suspiro de resignación acompaño a Jack mientras se agachaba para tomar pulso al más que evidente cadáver, puso sus dedos índice y anular en el cuello del cadáver y comprobó por sí mismo, que delante de ellos solo se encontraba un cadáver mas, miro a Edward y con un movimiento de cabeza le indico que estaba muerto, Edward palideció aun más si cabe y clavo su inexpresiva cara en el hombre del bombín.

- - Solo podemos hacer lo que él dijo, esperar

Tras oír eso, Edward se dio la vuelta y comenzó a bajar las escaleras de una forma desganada y de la misma forma dijo.

- Hare que precinten el teatro para que no entren curiosos, usted se quedara velándolo y algunos de mis hombres también estarán con usted, Doctor Jack, gracias por su colaboración, puede retirarse, nos vemos en dos días señor …

- - Creo, Tom Creo

- - Hasta dentro de dos días

Y la puerta que se cerró tras Edward sentencio ese día de locos, a la mañana siguiente, como Edward aseguro, el teatro estaba totalmente rodeado de policías, Marvin, hizo bien lo que mejor sabia hacer, le conto todo lo que vivió al redactor jefe de su periódico, así que esa mañana ya media ciudad, estaba enterada de lo acontecido la noche anterior en el teatro y casi media ciudad se arremolinaba en los alrededores del teatro, ansiosos por saber si era cierta la historia del hombre que desafiaba a la muerte.

Edward visito el teatro varias veces para comprobar que todo seguía igual, aunque los hombres del interior tenían el deber de mantener la calma en el lugar, también los puso hay para que vigilaran que no sustituían al cadáver por un doble, o para evitar cualquier fraude, el hombre seguía justo como cayo, sobre su lado derecho, con el revólver a poca distancia de su mano derecha, la sangre que rodeaba su cabeza ya estaba seca.

Tom deambulaba por el teatro, no lo había abandonado, ni pensaba hacerlo, pasaba las horas allí, observando como la carpa nadaba entre raíces, hablando con alguno de los policías, hasta durmiendo en alguna de las butacas.

Ese primer día transcurrió con toda la normalidad, así como la noche, el segundo día fue distinto.

5 de noviembre de 2009

Creed (1/4)

El publico estaba impaciente, los ansiosos espectadores buscaban ser sorprendidos por magos novatos, ilusionistas de tres al cuarto que les sacara de la rutina, y justo cuando el último de ellos llegaba, corriendo retrasado, se apagaron las luces y del centro del telón surgió un hombre de estatura mediana, vestido con un traje de chaleco, gris con líneas blancas, doble botonadura y unos extraños zapatos negros y blancos que poca gente de los que llenaban el teatro, habían visto antes.

El hombre también portaba un bombín, el cual se quito y manteniéndolo sujeto con su mano izquierda, introdujo la derecha y empezó a buscar, mientras su cara tomaba una expresión de sorpresa, saco un reloj de bolsillo del bombín y dijo

- Es la hora

Siguió tirando hacia arriba del reloj y de el extremo de la cadena, surgió una paloma blanca, que alzo el vuelo con el reloj atado a su pata, la cual voló hasta posarse en uno de los alquifes de el palco izquierdo, cuando el publico giro su vista al escenario para dar el primer aplauso de la noche, el hombre había desaparecido, en su lugar, un brazo atravesaba el telón, sujetando una percha que portaba el traje que antes contenía al hombre del bombín, en ese momento el telón de abrió de par en par.

En lado izquierdo había un perchero, pero llamaba más la atención la mesa del centro, con una pecera enorme y dos pequeñas carpas naranjas, pero delante de la mesa, se encontraba otro hombre, vestido con los mismos extraños zapatos que el primero, y otro traje de chaleco este marrón, pero sin chaqueta, el cual sostenía la percha con el traje gris de líneas blancas.

Bajo la percha y se pudo ver su rostro, pelo corto castaño que parecía cortado esa misma tarde y perfilaba su cara con una perilla, inclino la cabeza un poco hacia la derecha.

- Buenas noches

Y se encamino hacia el perchero en el cual dejo el traje colgado y se encamino de nuevo hacia el público diciendo.

- Esta noche, todo lo que vean, será absolutamente real, no voy a engañarles, ni a pretender maravillarlos con trucos y juegos, todo lo que vean será verdad, justo como esta semilla.

Dijo mientras sacaba una pequeña semilla del chaleco de su bolsillo y se encamino hacia la pecera,

- Esto es una semilla de un tipo muy extraño de lirio, un lirio fantasma, los botánicos que estén en la sala, sin duda, sabrán que tipo de flor es

Soltó entonces la semilla en la pecera y se quedo observando, las carpas seguían nadando mientras la semilla empezó a hundirse, y una de las carpas nado directa hacia ella y se la trago, todo era normal, hasta que la carpa que se comió la semilla empezó a nadar de forma torpe y brusca. Hasta que de pronto se paró en seco y al contrario que todos los peces que mueren, la carpa se hundió hasta el fondo de la pecera y de su estomago empezó a brotar una ramita verde que se abrió paso hasta salir de la bañera, al tiempo que brotaban semillas de todas partes de la carpa, llenando el fondo de la pecera, amontonándose y dándole estabilidad a la ramita, que empezaba a dividirse en mas ramitas verdes, unas saliendo de otras hasta que una ramita, formo un capullo, del que broto una flor, con tres pétalos blancos y un cuarto pétalo dividido en dos, como si fueran dos colmillos, de un color rojo intenso.

- Acaban de ver, como se crea vida a partir de la muerte

El publico enloqueció, una flor germino en cuestión de segundos delante de ellos, se podía ver a algunos caballeros distinguidos aguantando las lagrimas de la emoción, mientras que otros rompieron a llorar.

El hombre se dirigió al perchero y metió su mano dentro de la chaqueta del traje, sacando un revolver mientras decía

- Por favor, les ruego no se asusten, lo que van a ver a continuación, romperá la lógica de todos ustedes, por eso lo explicare con todo detalle.

Se situó delante de la mesa, en donde la otra carpa nadaba entre las raíces del lirio

- Ahora me encañonare a mi mismo con este revolver, tengo entendido que tenemos una autoridad policial entre el público, le pido por favor que suba al escenario.

Un hombre de unos 50 años con un gran bigote gris que le cruzaba la cara se levanto, y cruzo la sala hacia el escenario, vestía un discreto esmoquin negro, como todos los hombres de la sala, subieron al escenario, se giro hacia el público y proclamo

- Soy Edward Radmun, jefe de policía de este barrio

- Señor Edward, me gustaría que como profesional, comprobara las balas de mi revolver y despejara dudas sobre su autenticidad

Edward sin mediar palabra cogió el revólver y abriéndole el tambor, saco y reviso una por una cada bala, devolviéndoselo listo para disparar dijo

- Sin duda todos los proyectiles de este revolver son auténticos

- Muchas gracias señor Edward, puede volver a su asiento

Cuando Edward se sentó, el hombre del escenario volvió a encañonarse justo en la sien

- Damas y caballeros, a continuación disparare contra mi propia cabeza

Todo el escenario se apago y una única luz enfocaba al hombre

- Como es lógico, caeré al suelo muerto y les cito aquí mismo, dentro de dos días, pues yo mismo me levantare de este escenario sobre mis piernas, pido que durante estos dos días, no se me mueva de aquí y que si lo desean, traigan médicos que certifiquen mi estado.

Algunos de los asistentes gritaron cosas como “Loco, es usted un insensato ““No juegue con eso “

- Sin más dilación, hasta dentro de dos días y buenas noches

Y el sonido del disparo callo toda la sala, seguido por el sonido del golpe seco del cuerpo contra el escenario, el cual empezó a cubrirse de sangre.

4 de noviembre de 2009

¿ Y Ahora Que ?

Bórrame

Quémame de tu vida

Sácame a la fuerza

Haz que no venza

Despierta a la bestia, Que atas

Desata a la bestia, Que duermes

Comprende

Que no queda salida

Si no eres mi vida

Es causa perdida

Y cae

Como un sueño que borro

En mitad los escombros

Resurges, salida del horno

Me gusta quemarme

Despiertas mi hambre

Y sabes que quiero asarme

3 de noviembre de 2009

Sobre " Juego Entre Las Sombras "

Sobre Juego Entre Las Sombras, solo quiero decir que lo estoy encarando como un proyecto grande, en honor a unos amigos, lo de hoy solo es el primer capitulo de los que espero que sea mucho, no daré fechas para la salida de los capitulos por que no las iba a cumplir y prefiero hacerlo tranquilamente pero bien, solo eso, sin mas, espero que guste.

Juego Entre Las Sombras


" Los 10 Del Establo "


La mañana se presenta monótona, sentado entre papeles delante de mi escritorio, mientras las tuberías de mi monitor crecen sin parar, por mucho que busque en el, sigo teniendo las mismas películas que veo en las noches de guardia, en las que la ciudad parece saciada y no tiene sed de gritos, me extraño al ver que aun tengo cosas como la filmografía de kitano en el PC del trabajo, supongo que por cosas así me tienen como el rarito

-Por cosas así y por pensar en voz alta, Child

Y justo después de llenar la pantalla de café veo a mi compañera detrás de mí sin poder contener su risa por que llevaba un rato pensando en alto, otro triunfo social del gran detective conocido como Child.

-¿Cuánto tiempo llevabas ahí?

-Desde que empezaste a personificar a la ciudad como una psicópata ansiosa de sangre, pero tranquilo tenemos un aviso, venga

-¿Cuántos son? – pregunto mientras apuro mi café

-10

Vuelvo a llenar mi escritorio de café, ya no tiene arreglo.

Cuando empezábamos a llegar a las afueras, ya si empezó a extrañarme

-¿A dónde vamos?

-A una granja cerca de esta carretera

-¿Una Granja?

-Si, el dueño llevaba fuera varias semanas y ayer al llegar se encontró algo en su establo y no, no era la típica pareja aburrida y antes de que lo preguntes, si son 10 y por lo que se, fueron todos el mismo día, no es una especie de almacén, es una escena en toda regla.

No conteste, solo seguí mirando como pasaban los postes eléctricos mientras me acurruco en el asiento y me abrocho hasta el último botón de mi abrigo, estamos en pleno mes de diciembre y esta es una ciudad fría. Preston me condujo a través del trafico a una velocidad digna de un circuito de carreras, pensé alguna forma educada de decirle que íbamos a ver unos cadáveres, los cuales creo que era poco probable que no estuvieran allí cuando llegáramos, pero no se me ocurrió nada que la motivara a levantar las manos del volante. Un choque en la autovía nos hizo ralentizar el ritmo y puesto que ya no debía preocuparme por morir intente averiguar que íbamos a ver, pero todos los intentos fueron inútiles, Preston estaba demasiado ocupada odiando al resto de conductores. Después de unos 8.415 postes eléctricos aparcamos por fin delante de la típica granja bucólica de película con su establo rojo y todo, había 2 coches patrullas con sus luces encendidas, no había prensa ni publico, así que perdíamos la ventaja de que el asesino estuviera mezclado con los curiosos, el cielo estaba gris, parecía como si entre el establo y los coches quisiera estar a juego con la trágica mañana, en cuanto baje del coche el oficial Wahnsinn, era un hombre de unos 43 años, de origen germano, su nombre era casi tan impronunciable como su apellido, algunos le llamaban algo que fonéticamente sonaba como güan, yo personalmente prefería no llamarle.

-Buenos días detective Child

-¿Cómo es la escena Agente…, Agente?

-Es algo demasiado grotesco para describírselo agente, cogí el turno de mañanas para no ver cosas así, ya sabes, para alguna que otra pelea familiar o algún malentendido de tráfico, no para cosas así

- ¿Desde cuándo los asesinos solo tienen turno de noche, Agente?

En ese momento comprendí que mis impertinencias causaban en él un coma instantáneo y bastante extraño, se quedo parado mientras seguía avanzando de camino al establo, incluso cuando Preston, mi amable y psicótica conductora pasó a su lado.

Cuando atravesé el umbral lo primero que me llamo la atención fue ver a nuestro fotógrafo policial enfocaba al techo y la razón era un poco obvia, allí estaban los 10 cadáveres, carentes de piel, todos estaban colgados con un gancho atravesando sus estómagos, tumbados de forma horizontal mirando hacia el techo, con sus brazos y sus piernas caídas.

-Hacía años que una escena no te dejaba con la boca abierta –dijo Preston, de la cual no me di cuenta que estaba detrás de mi-

-Porque hacía años que no veía una escena así

-Hemos encontrado esta nota –dijo una voz estridente también detrás de mi-

-¿Hoy es el día oficial de acecharme? Déjeme verla

Y en una nota de color marfil alguien escribió:

“Dependo

Tanto que ya ni siento

Y he cambiado mi amor por el dolor que llevo dentro

Nada es justo, tantos pasos llevo dados tantas veces tropezado digo

Los sentimientos cumplen su misión, hacerme débil

Hacer de mí un requisito indispensable en esta empresa

Y ahora solo renazco”