5 de noviembre de 2009

Creed (1/4)

El publico estaba impaciente, los ansiosos espectadores buscaban ser sorprendidos por magos novatos, ilusionistas de tres al cuarto que les sacara de la rutina, y justo cuando el último de ellos llegaba, corriendo retrasado, se apagaron las luces y del centro del telón surgió un hombre de estatura mediana, vestido con un traje de chaleco, gris con líneas blancas, doble botonadura y unos extraños zapatos negros y blancos que poca gente de los que llenaban el teatro, habían visto antes.

El hombre también portaba un bombín, el cual se quito y manteniéndolo sujeto con su mano izquierda, introdujo la derecha y empezó a buscar, mientras su cara tomaba una expresión de sorpresa, saco un reloj de bolsillo del bombín y dijo

- Es la hora

Siguió tirando hacia arriba del reloj y de el extremo de la cadena, surgió una paloma blanca, que alzo el vuelo con el reloj atado a su pata, la cual voló hasta posarse en uno de los alquifes de el palco izquierdo, cuando el publico giro su vista al escenario para dar el primer aplauso de la noche, el hombre había desaparecido, en su lugar, un brazo atravesaba el telón, sujetando una percha que portaba el traje que antes contenía al hombre del bombín, en ese momento el telón de abrió de par en par.

En lado izquierdo había un perchero, pero llamaba más la atención la mesa del centro, con una pecera enorme y dos pequeñas carpas naranjas, pero delante de la mesa, se encontraba otro hombre, vestido con los mismos extraños zapatos que el primero, y otro traje de chaleco este marrón, pero sin chaqueta, el cual sostenía la percha con el traje gris de líneas blancas.

Bajo la percha y se pudo ver su rostro, pelo corto castaño que parecía cortado esa misma tarde y perfilaba su cara con una perilla, inclino la cabeza un poco hacia la derecha.

- Buenas noches

Y se encamino hacia el perchero en el cual dejo el traje colgado y se encamino de nuevo hacia el público diciendo.

- Esta noche, todo lo que vean, será absolutamente real, no voy a engañarles, ni a pretender maravillarlos con trucos y juegos, todo lo que vean será verdad, justo como esta semilla.

Dijo mientras sacaba una pequeña semilla del chaleco de su bolsillo y se encamino hacia la pecera,

- Esto es una semilla de un tipo muy extraño de lirio, un lirio fantasma, los botánicos que estén en la sala, sin duda, sabrán que tipo de flor es

Soltó entonces la semilla en la pecera y se quedo observando, las carpas seguían nadando mientras la semilla empezó a hundirse, y una de las carpas nado directa hacia ella y se la trago, todo era normal, hasta que la carpa que se comió la semilla empezó a nadar de forma torpe y brusca. Hasta que de pronto se paró en seco y al contrario que todos los peces que mueren, la carpa se hundió hasta el fondo de la pecera y de su estomago empezó a brotar una ramita verde que se abrió paso hasta salir de la bañera, al tiempo que brotaban semillas de todas partes de la carpa, llenando el fondo de la pecera, amontonándose y dándole estabilidad a la ramita, que empezaba a dividirse en mas ramitas verdes, unas saliendo de otras hasta que una ramita, formo un capullo, del que broto una flor, con tres pétalos blancos y un cuarto pétalo dividido en dos, como si fueran dos colmillos, de un color rojo intenso.

- Acaban de ver, como se crea vida a partir de la muerte

El publico enloqueció, una flor germino en cuestión de segundos delante de ellos, se podía ver a algunos caballeros distinguidos aguantando las lagrimas de la emoción, mientras que otros rompieron a llorar.

El hombre se dirigió al perchero y metió su mano dentro de la chaqueta del traje, sacando un revolver mientras decía

- Por favor, les ruego no se asusten, lo que van a ver a continuación, romperá la lógica de todos ustedes, por eso lo explicare con todo detalle.

Se situó delante de la mesa, en donde la otra carpa nadaba entre las raíces del lirio

- Ahora me encañonare a mi mismo con este revolver, tengo entendido que tenemos una autoridad policial entre el público, le pido por favor que suba al escenario.

Un hombre de unos 50 años con un gran bigote gris que le cruzaba la cara se levanto, y cruzo la sala hacia el escenario, vestía un discreto esmoquin negro, como todos los hombres de la sala, subieron al escenario, se giro hacia el público y proclamo

- Soy Edward Radmun, jefe de policía de este barrio

- Señor Edward, me gustaría que como profesional, comprobara las balas de mi revolver y despejara dudas sobre su autenticidad

Edward sin mediar palabra cogió el revólver y abriéndole el tambor, saco y reviso una por una cada bala, devolviéndoselo listo para disparar dijo

- Sin duda todos los proyectiles de este revolver son auténticos

- Muchas gracias señor Edward, puede volver a su asiento

Cuando Edward se sentó, el hombre del escenario volvió a encañonarse justo en la sien

- Damas y caballeros, a continuación disparare contra mi propia cabeza

Todo el escenario se apago y una única luz enfocaba al hombre

- Como es lógico, caeré al suelo muerto y les cito aquí mismo, dentro de dos días, pues yo mismo me levantare de este escenario sobre mis piernas, pido que durante estos dos días, no se me mueva de aquí y que si lo desean, traigan médicos que certifiquen mi estado.

Algunos de los asistentes gritaron cosas como “Loco, es usted un insensato ““No juegue con eso “

- Sin más dilación, hasta dentro de dos días y buenas noches

Y el sonido del disparo callo toda la sala, seguido por el sonido del golpe seco del cuerpo contra el escenario, el cual empezó a cubrirse de sangre.

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