28 de febrero de 2010

Tierra quemada

y no entiendo que hace un espantapajaros rodeado de nieve si este infierno de lluvias no me ahoga y siento frio ya no rio si el viento se llevo las costuras de mi boca haciendo harapos mi ropa, desencajando la paja que me llena, tan vacio por dentro, tan lleno de mierda que crujo no puedo permitirme el lujo de no esperar no puedo dejar de pensar que si 21 gramos duelen tanto, ¿ como se sentira que te arranquen de cuajo ?, si todos los caminos van a roma ¿ por que siempre acabo borracho en el mismo bar ?, pero ya ni siquiera el alcohol a mi mente doma , y solo se que algo dentro sigue demasiado cosido si el viento aun no lo arranca, si mi forma de gritarle no lo espanta, no se desencaja y sigue pegado a mi, crucificado mientras a mis espaldas a Judas mastican ya no queda ni la esencia de lo que consegui, ya no queda ni las sobras de mi saliva, ya no hay alternativa, que seguir con los brazos de par en par, que las termitas roan mi esqueleto y los pajaros destrocen mi carne.

13 de febrero de 2010

Acherontia (3/3)

Parte 3

Mariposa

- Conseguí incluirla en la lista de trasplantes y yo mismo la opere, sabe, se hace extraño operar a corazón abierto a la persona que amas, piensas cosas raras, como “ahora sí que tengo tu corazón en mis manos”, estupideces producidas por los nervios.

- Pero me dijo que trasplantarle no serviría de nada

- Aun así y debido a mi posición en el hospital, le conseguí un corazón, lo acepto sin problemas, su cuerpo se acostumbro a él mas rápido de lo normal, la dualidad volvió a ser unidad, volvió su forma de cortar las naranjas en el desayuno, su beso corto, su sonrisa al despertarme, le había salvado la vida a la persona que amo, no podía pedir más, como cirujano solo me quedaba resucitar a alguien para sentirme mejor, pero eso al menos de momento es imposible.

- Y más aun tratándose de usted, ¿Hasta cuándo duro esa estabilidad?

- Unos dos años, estábamos en un centro comercial del que no recuerdo el nombre, ese de tonos azulados, se desmayo a mi lado, esta vez no puede hacer nada por agarrarla, choco en seco contra el suelo, su organismo había atacado al corazón. Me centre en su caso, era un problema genético, creo que antes no lo mencione, su propio cuerpo haría enfermar cualquier corazón que se le pusiera, tal vez al verla tan bien durante ese tiempo, me negué a mi mismo la verdad, pero hay estaba de nuevo, ella encamada y yo ahogándome entre papeleo para conseguirle otro corazón.

- Pero no se lo concedieron ¿Cierto?

- No, no lo hicieron, no lo iban a hacer, porque sabían que en unos años volvería a desarrollarse la enfermedad y necesitaría otro corazón una y otra vez.

- ¿Qué paso entonces?

- No pensaba dejarla morir, no había nadie más importante para mí, no había nada mas importante, no, mejor dicho, no había nada más que ella. Volvimos juntos a casa después de que pasara un mes hospitalizada, podía hacer una vida más o menos normal, sin muchos esfuerzos, solo que no duraría demasiados años 2 o 3 a lo sumo.

- Sabe perfectamente que es lo que quiero que me cuente

- Eso viene justo ahora, no se impaciente Doctor, no podía simplemente esperar y no le mentiré, desde el primer día tenía claro lo que iba a hacer, empece adaptando mi estudio de casa, lo convertí prácticamente en un quirófano casero, robe algo de material del hospital y otro tanto lo compre, tenía mi propio quirófano en casa para jugar a ser Dios, ahora, solo necesitaba un corazón compatible, entre en los archivos de los historiales de pacientes del hospital, encontré bastantes, el primero era de un chico deportista, tenía una revisión en una semana, sus analíticas eran perfectas y tenía su dirección en el historial. Esa misma noche me presente en su casa, fue fácil llegar hasta él, le dije que era medico y que había algo extraño en sus resultados que debía hablar con él, fue tan fácil entrar en su casa como dejarle inconsciente con un coctel de fármacos que diseñe para esa función, baje con él como si fuera un amigo borracho, a esas horas no me cruce con nadie, así que no tuve que preocuparme por excusas. Cuando llegue a mi casa, Sarah ya estaba dormida, pero me asegure inyectándole un poco de mi coctel del sueño, le extirpe el corazón al chico y se lo trasplante a Sarah en la misma noche.

- Espere un momento, ¿Sarah no se pregunto por qué se despertó suturada al día siguiente?

- La lleve al hospital y la encame, le mentí, le dije que tuvo complicaciones mientras dormíamos y tuve que traerla al hospital para operarla, no recuerdo bien, me invente alguna estupidez, algo de palabrería medica y su confianza en mi hizo el resto, ese día le prometí que no moriría, que había encontrado el modo de ralentizar la enfermedad cada cierto tiempo.

- Y así fue, durante todos estos años, diez secuestros con posterior asesinato, hasta que Sarah no aguanto más y murió ¿O se entero de a que se dedicaba? ¿De cuál era su método para ralentizar la enfermedad y no pudo soportarlo?

- No, ella nunca lo supo, solo me dedique a darle lo mejor

- Por hoy hemos terminado, no sé si volveré

- ¡No era su vida la que alargaba cada vez que le trasplantaba un nuevo corazón, era la mía propia!

Desechos

Me sigo atando con cadenas que no frenan, siguen llegando zorras pero no me llenan y malgasto mi saliva con lenguas ajenas que si no abro los ojos no me doy cuenta que esta despierta, es como dormir con carne muerta, fria por dentro pero caliente si la rozas, y son sobras de instantes inutiles, futiles son los momentos que van llenando con mementos las huecos de desechos de mi cerebro y celebro cada boca nueva antes de sentirme vacio, solo es cuestion de espacio, rellenarlo pronto para no sentirme perdio, y por la mañana pienso vale ya te has lucio, en este ciclo estupido en el que no estaba antes, de comer demasiado y no saborear lo unico importante.

Kampf

Si es que cada vez me cansa mas, me veo atrapado entre tus parpados, que no miran hacia mí y esto quema ya, si por más que tiro la cuerda no se acortara, será que es larga ¿no? No, solo son empalmes, uno tras otro, se desplazan, me desarman, si mi saliva ya no basta ¿Qué más quieres?, hasta que no te quiebren un hueso no se acabara ¿y luego qué?, el mismo teatro de otras veces, te acercaras, lloraras, dirás que no me mereces, será que escuece ¿no?, pero no me mantendré y volveré a ceder y de nuevo todas mis maletas al suelo, no, no me mereces no, debieras de llorar hasta secarte, y sentirás lo que es estar solo entre maizales y no, no quiero abrazarte, porque desde mis harapos siempre estoy dispuesto aunque no quiera, son mis brazos en cruz por culpa de esta estaca de madera.

12 de febrero de 2010

Acherontia (2/3)

Parte 2

Crisálida

- Fue a partir del segundo año cuando empezaron los problemas, llegaron las discusiones y los portazos, los gritos y los llantos, comencé a notarla más distante de mi y cuanto más intentaba acercarme, mas fuerte discutíamos, cuanto más discutíamos, mas se alejaba, empece a hundirme.

No tardaron en aparecer las mentiras, al principio sutiles, mas tarde las cogía mientras las decía, no es que tuviera que contarme a donde iba, ni que hacía o dejaba de hacer, pero empezó a dejar de importarle que me preocupara por ella.

- Y empezó a sospechar que se está viendo con alguien ¿cierto?

- Eso vino más tarde, un día que libraba llamaron por la mañana, era de su trabajo del periódico, advirtiendo que si volvía a faltar no tendrían más remedio que despedirla, esa noche tuvimos la discusión más fuerte, termino diciéndome que estaba viéndose con alguien, no podía creerlo, yo le daba todo, todo, ¿Qué podía faltarle? ¿Qué era lo que tenía que buscar fuera?, esa noche dormí solo.

- ¿En otra habitación?

- No sea estúpido, esa noche se fue de casa, realmente no se a donde fue, no tuve noticias de ella en dos semanas, creo que nunca lo pase peor, no por lo que hizo ella, si no, buscando en que pude fallar, que hice mal para que pasara eso.

- ¿No pensó que usted tal vez no tuvo la culpa?

- Pensé todo, analice todos los detalles, busque culpables, volví a beber, casi consigo que me echen del trabajo, casi mato a un paciente, mejor dicho.

- ¿Qué paso?

- Algo lógico, volví a beber y no aguantaba más de 4 horas sin un trago, entre borracho a quirófano, no sé lo que realmente buscaba, matar a alguien para desquitarme o para que me encerraran y dejar de preocuparme por todo.

- Antes comento que Sarah desapareció durante dos semanas ¿Qué paso cuando regreso?

- Eran cerca de las ocho de la noche, recuerdo que estaba viendo la televisión mientras bebía algo de ron a secas y tocaron a la puerta, no hice caso, pero volvieron a insistir y me levante maldiciendo. Abrí y deje caer el vaso de lleno, era ella, no me dio tiempo a reaccionar cuando ya se me había colgado del cuello y me besaba, no me moví siquiera, empezó a llorar mientras me pedía perdón, una parte de mi disfrutaba viéndola llorar, otra parte se rompía por dentro, más de lo que ya estaba.

La hice pasar y comenzamos a hablar, nunca me había engañado, no estaba viéndose con otra persona, esa noche me explico por qué quiso suicidarse aquella mañana en la estación, estaba enferma, tenía una malformación en el ventrículo izquierdo, le habían dado una esperanza de vida de 5 años. Quiso hacer que la dejara de amar por la fuerza, diciéndome que me engañaba, pero no pudo soportar estar sin mí y volvió.

- Cómo cirujano cardiovascular que es usted ¿Qué tratamiento tenía esa malformación?

- Ninguno, si se le trasplantaba un corazón nuevo, tarde o temprano, desarrollaría de nuevo la malformación, desde el punto de vista médico, no era factible trasplantarle un nuevo corazón cada cierto tiempo a la misma persona

- Pero desde su punto de vista, si lo era ¿Cierto?

- No puede imaginarse hasta que punto era necesario para mí

11 de febrero de 2010

Acherontia (1/3)

Parte 1

Oruga

- Venga, cuéntemelo todo desde el principio

- La conocí hará unos veinte años, en aquella época trabajaba en el hospital de San Alberto como cirujano cardiovascular, vivía en las afueras por lo que todos los días tomaba el cercanías para llegar a mi trabajo y fue allí donde empece a verla. Todas las mañanas desayunaba en la cafetería de la estación, siempre estaba sola, con un libro en la mano, en una mesa, en la barra, sentada en un banco del andén, pero sola.

Era miércoles, el día que intento suicidarse, aquel día solo estábamos ella y yo en la parada. Oí como llegaba el tren y me aproxime al borde del andén, como siempre mire a la izquierda, de cierta manera asegurándome de que realmente llegaba el tren y justo después mire hacia la derecha para verla a ella.

Aun estaba de camino al borde del andén, seguía mirándola cuando llego, guardo su libro en uno de los bolsillos de su abrigo, cerró los ojos e inspiro profundamente, no sabría explicar porque, pero sentí la necesidad de correr hacia ella, el tren llegaba al andén y ella había empezado a dejarse caer a las vías, puede agarrarla y derribarla contra el suelo del andén, me miro a la cara y me dijo “estúpido”.

El tren se fue y yo seguía sobre ella mirándola, “estaba segura de que lo harías” dijo , no entendía que pasaba, unos minutos después estábamos sentados en un banco de la estación, unas horas después estábamos compartiendo un café en mi casa, no fui a trabajar ese día, esa noche, dormí con ella.

Al mes, estábamos enamorados, ella era periodista, trabajaba en un periódico importante, aun hay tirada, pero no recuerdo el nombre. Con ella, se había acabado mis búsqueda, ella era perfecta, cada ápice de su ser lo era, su manera de agarrar el cuchillo mientras cortaba las naranjas por la mañana para el desayuno, la manera en que doblaba su ropa, como si estuviera recién comprada, el pequeño beso corto que me daba después de uno largo, su manera de mirarme por las mañanas antes de despertar, habías discusiones sí, es lógico, pero nunca demasiado importantes y siempre las terminábamos haciéndonos cosquillas.

Nunca le pregunte por qué esa mañana intento saltar a las vías del tren, realmente y aunque sueñe extraño, nunca tuve tiempo para eso, estaba demasiado ocupado enamorándome de ella, me sentía lleno con lo que me daba y aquello ya había pasado y no aportaría nada. Simplemente era feliz con ella, no necesitaba nada más que eso, a ella.

- ¿Cómo dijo que se llamaba ella?

- Sarah

- Continúe, por favor

10 de febrero de 2010

sandness

( y es que me siento tan )
hueco, como un tronco lleno de termitas,
miro al infinito sin pensar que Dios exista,
pupilas que enfocan manchas de cianuro,
juro,
que si te tengo volvere a sentirme un ser inerte, por que
dilato con el paso de besos versos carentes,
de todo sentido, y todo ritmica q escupo,
y esculpo otro amanecer sin verte crecer
sin sentir palabras en mi piel devorandome,
necesito oir como huir hacia ti sin mi,
sin tenerte no podre dañarte, (al quemarte)
tras de mi hierba podrida crece,
y tan solo son,
desolados yermos en los que el maiz se mece,
sigo vivo como un ikizukuri solo lamento,
no encontre felicidad como un Katakuri, y me arrepiento
miento solo soy ese tiempo malgastado, ya pasado



envuelto en una arena que me frena,
mas que un desierto pareciera una condena,
mil demonios son demasiados pa un alma en pena,
por lejos que te mande es tan corta la cadena,



the end is nigh dice mi letrero pero,
no sera un fin afin a mis planes, ya ves
si a ca segundo voy mas lejos de tu mundo,
poco a poco me convierto en ese vagabundo,
de huecos pasos inmundos no respiro,
si ya apenas consigo mantenerme vivo,
estoy,
atrapado en el cocito gritandote,
en una carcel de hielo congelandome,
por que coño dura tanto el castigo,
sobrepasa al pecado cometido y no es justo,
si ya peque si ya pague,
por que coño sigo hundiendome,
que mas quieres ? que mas necesitas ?
si todo lo que te doy regurgitas y
con poco puedes darme sentido (entonces)
en el fondo estoy bien
en el fondo estoy bien ( jodido )



envuelto en una arena que no quema,
empiezo a tener claro que es una condena,
mil demonios se quedan cortos pa mi alma en pena,
por lejos que te mande me parece corta la cadena,

9 de febrero de 2010

Tresánimos

No importa el ánimo, si estoy tan vacio que crujo, como un espantapájaros no puedo permitirme el lujo de no esperar, a que lleguen mejores tiempos, a que pasen las tormentas y tormentos de este tiempo de nieve que cuaja abriendo brechas en la tierra sin dejar que llegue la cosecha y es a lo único a lo que me agarro a que el maíz madure y no se mezcle con el barro, soy todo el tiempo que malgastas, todos los segundos que apenas digieres, pero si te paras a pensar es lógico mirando mis orígenes.

Míralo de esta forma, podemos pensar que cuando mas dilatemos el tiempo más disfrutaremos, que puede ser importante llegar primero, pero lo primero que siento es que estas perdiendo el tiempo, creando momentos que sí, que vale, me gustan y con ellos mejor me siento, pero no veo segundos para rozarte, no veo el instante de abrazarte, de pensar que te pierdes tu vida sin mí, pero ese no es mi problema, ese no es mi dilema, yo solo sigo dándote mi mejor sonrisa amiga mía, sigue esperando, sigue marchitando, si se trata de esperar soy todo un profesional, ya sabes el espantapájaros llegaron a llamarme, sin miedo, con todo el tiempo, tan quieto, esperando que tus caderas se mezclen con mis tempos.

Si la debilidad hace el cariño, el cariño hará el roce, si te rozas conmigo, no encontraras cariño esta noche, no te equivoques no hablo de violencia, sabes que tengo razón si te digo que hablo de pasión, de unísonos movimientos, compases rítmicos, sudores prácticos, pierde la ética, no te preocupes por la estética, es solo parte del juego de baja moral, piensa que mañana por la mañana no te sabrá mal, volver a empezar, pero sin promesas de mas, sin palabras que sobren ni ruidos que desborden tu tranquilidad.

8 de febrero de 2010

Mariposas De Tinta

Llueve ceniza en mi cuarto, otro ángel ha caído, pero qué más da, si se jodio lo prometido con tu ultimo abrazo, y ahora no me queda mas que tu cara en el portarretratos, dos condones aun cerrados, noches de vasos vacios de hielos descongelados, humo en pulmones inspiran aire y espiran sangre, zorras que me follan pero no calman mi hambre que solo veo como trozos de carne y no va mas allá, sentimientos tórnense procesos mecánicos, me saben a poco si el amor se convierte en un proceso lógico, lógico que giman, esgriman sus mejores sonrisas para una noche en la que no me corre prisa que me corra y me desborda que aun huela a tu tabaco mi almohada, que sigan tus mariposas de tinta en mi mente grabadas, que mi esencia se borre de tu cama, que los azules de mi cara lluevan para nada y no me importa la derrota, me importa el sabor amargo en mi boca, me importa que las 30 de argentum no se calman ni con valium.

3 de febrero de 2010

Creed, Epílogo

La estación de tren estaba cerca de su casa y su maleta pesaba poco, por lo que decidió ir andando, había sido un viaje tranquilo, lo paso sentado dibujando una de las ventanas del vagón, continuaba envuelto en sus pensamientos cuando inquirió en que había llegado a su calle, aunque le quedaba camino hasta el numero tres de Valdrian St. Se acercaban las 16:00 de la tarde y todo estaba como lo dejo, los naranjos apenas tenían hojas, algo normal en otoño, algunas crujían bajo sus pies al caminar sobre ellas, no había ninguna clase de movimiento en la calle, eso le tranquilizo, llevaba demasiada tensión acumulada, solo deseaba poder pasar tranquilo unos días en casa, era en ese momento cuando si empezó a gobernar en él la impaciencia, aligero el paso, sus ojos recorrían los números de las casas, como si fuera la primera vez que estaba en ese vecindario, con inquietud, nervioso, solo contaba hacia atrás, diecisiete, dieciséis, quince, su trote se torno en una carrera, las hojas secas se levantaban a su paso, el poco peso de su maleta era insignificante, la impaciencia recorría su cuerpo en forma de adrenalina, con su mano vacia, sujetaba su sombrero, once, diez, nueve, aunque si hubiera caído, no habría girado para recogerlo, seis, cinco, cuatro y por fin el número tres de Valdrian St, subió los cuatro peldaños que le separaban de la puerta hurgando en el bolsillo interior de su chaleco, buscando la llave, para cuando estaba delante de la puerta ya estaba encañonándola con ella, no tardo en estar dentro en el recibidor de su casa, se sintió aliviado, dejo su sombrero en el perchero que tenia a la entrada y la maleta a los pies de este, cuando recupero la compostura, noto como se le colgaban de su cuello, era Marie, su esposa.

- Estaba muy preocupada, salió en el periódico ¿estas bien?
- Claro, estoy aquí delante de ti, cariño
- ¿y Leonard?
- Está bien, lo deje en la estación, supongo que estará de camino a casa
- No volváis a hacer nada así, por favor. Te quiero Thomas
- Yo también Marie.