12 de febrero de 2010

Acherontia (2/3)

Parte 2

Crisálida

- Fue a partir del segundo año cuando empezaron los problemas, llegaron las discusiones y los portazos, los gritos y los llantos, comencé a notarla más distante de mi y cuanto más intentaba acercarme, mas fuerte discutíamos, cuanto más discutíamos, mas se alejaba, empece a hundirme.

No tardaron en aparecer las mentiras, al principio sutiles, mas tarde las cogía mientras las decía, no es que tuviera que contarme a donde iba, ni que hacía o dejaba de hacer, pero empezó a dejar de importarle que me preocupara por ella.

- Y empezó a sospechar que se está viendo con alguien ¿cierto?

- Eso vino más tarde, un día que libraba llamaron por la mañana, era de su trabajo del periódico, advirtiendo que si volvía a faltar no tendrían más remedio que despedirla, esa noche tuvimos la discusión más fuerte, termino diciéndome que estaba viéndose con alguien, no podía creerlo, yo le daba todo, todo, ¿Qué podía faltarle? ¿Qué era lo que tenía que buscar fuera?, esa noche dormí solo.

- ¿En otra habitación?

- No sea estúpido, esa noche se fue de casa, realmente no se a donde fue, no tuve noticias de ella en dos semanas, creo que nunca lo pase peor, no por lo que hizo ella, si no, buscando en que pude fallar, que hice mal para que pasara eso.

- ¿No pensó que usted tal vez no tuvo la culpa?

- Pensé todo, analice todos los detalles, busque culpables, volví a beber, casi consigo que me echen del trabajo, casi mato a un paciente, mejor dicho.

- ¿Qué paso?

- Algo lógico, volví a beber y no aguantaba más de 4 horas sin un trago, entre borracho a quirófano, no sé lo que realmente buscaba, matar a alguien para desquitarme o para que me encerraran y dejar de preocuparme por todo.

- Antes comento que Sarah desapareció durante dos semanas ¿Qué paso cuando regreso?

- Eran cerca de las ocho de la noche, recuerdo que estaba viendo la televisión mientras bebía algo de ron a secas y tocaron a la puerta, no hice caso, pero volvieron a insistir y me levante maldiciendo. Abrí y deje caer el vaso de lleno, era ella, no me dio tiempo a reaccionar cuando ya se me había colgado del cuello y me besaba, no me moví siquiera, empezó a llorar mientras me pedía perdón, una parte de mi disfrutaba viéndola llorar, otra parte se rompía por dentro, más de lo que ya estaba.

La hice pasar y comenzamos a hablar, nunca me había engañado, no estaba viéndose con otra persona, esa noche me explico por qué quiso suicidarse aquella mañana en la estación, estaba enferma, tenía una malformación en el ventrículo izquierdo, le habían dado una esperanza de vida de 5 años. Quiso hacer que la dejara de amar por la fuerza, diciéndome que me engañaba, pero no pudo soportar estar sin mí y volvió.

- Cómo cirujano cardiovascular que es usted ¿Qué tratamiento tenía esa malformación?

- Ninguno, si se le trasplantaba un corazón nuevo, tarde o temprano, desarrollaría de nuevo la malformación, desde el punto de vista médico, no era factible trasplantarle un nuevo corazón cada cierto tiempo a la misma persona

- Pero desde su punto de vista, si lo era ¿Cierto?

- No puede imaginarse hasta que punto era necesario para mí

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