27 de abril de 2014

Invierno

Ella le apuntaba con su arma mientras el seguía impasible en la cama, mirándola  con los dos cadáveres de las chicas a cada lado, si no fuera por la piel pálida y los labios morados casi parecerían estar vivas.

- Ellas vinieron a mi - comenzó a decir mientras se levantaba - se sentía  solas, poco queridas, ¿sabes? sus vidas eran un infierno, sus padres no las escuchaban, sus amigos le daban de lado, sus novios las engañaban, pero yo no, yo las escuchaba, yo estaba ahí cuando lo necesitaban y siempre les fui sincero, fui su apoyo y disfrutaron, disfrutaron mucho, cuando me las follaba y también cuando las mataba, de hecho, no las mate a la vez, fue por turnos, e incluso se pelearon por ser la primera, mientras asfixiaba a una la otra miraba sin perder detalle y agarro mis manos para ayudarme a hacer mas presión  fue precioso, pero nada de esto tiene sentido sin ti, todo lo que he hecho ha sido por ti, para llamar tu atención, para que te fijases en mi.



Allí la tiene, se pasa el día en el jardín  jugando con los escarabajos, ama a esos bichos, les construye casas, carreteras, puentes, en fin, de todo, pobre niña, no quiero ni imaginar como fue pasar por ese infierno, una niña tan pequeña viendo esas cosas tan horrorosas, durante tanto tiempo.




Emily salto, pero sus dedos apenas rozaron los de Jack, se escurrió de su mano y comenzó a caer por el abismo sin fin, Jack no lo dudo ni un segundo, salto tras ella, había atravesado dos infiernos para encontrarla y no le importaba tener que atravesar un tercero para no volver a perderla.




Mírame cuando te hablo, saldré de aquí  saldré de aquí tarde o temprano, has ganado esta vez, pero ahora lo se todo sobre ti, cuando salga, iré a por tu mujer, iré a por tus hijas y cuando estés destrozado iré a por ti, convertiré tu vida en un infierno, ¿Me oyes? tu puta vida sera un infierno.

20 de abril de 2014

Monstruos Humanos

Cuando el grupo se acercaba al almacén oyeron un par de disparos que venían de dentro, eso hizo que aceleraran el ritmo, Randall y Elisabet se habían quedado dentro y el sonido de los disparos indicaban que estaban en peligro, subieron la persiana y allí estaba Randall apuntando al suelo, donde había dos cuerpos, con sendos orificios humeantes.

- ¡ Dios Mio ! Randall ¿que ha pasado? -dijo Ben-

- ¿Es obvio no crees? La ventana de atrás no estaba asegurada, este hijo puta se coló como una serpiente y mordió a Elisabet mientras yo ordenaba los estantes, cuando oí los gritos lo tenia encima, no se podía hacer otra cosa

- Pero si yo mismo aseguré la ventana

Ben fue a comprobar la ventana y tal y como había dicho Randall estaba abierta, de una forma limpia no había marcas de ser forzada, a fin de cuentas esas cosas tampoco se caracterizaban por ser fuertes

- No lo entiendo, estoy completamente seguro de que la cerré bien

Anna la hermana de Elisabet, se había quedado quieta al ver el panorama, como si todo su ser hubiera abandonado, los demás deambulaban de un lado para otro con las manos en la cabeza sollozando, solo Radall y Ben parecían mantener la cordura.

- Sea como fuere, Ben, no es tu culpa, esta situación nos sobrepasa, pero debemos recoger lo que podamos y largarnos, el ruido alertara a mas de esas cosas.

- Espera, hay algo que no me cuadra

Ben estaba de rodillas mirando el cuerpo de Elisabet

- Cuando mordieron a Dreiman, la mordedura estaba completamente negra, en cambio la de Eli esta limpia, como si la hubiese mordido algo sano, pero son marcas de dientes humanos de eso no hay duda, y esta cosa a la que has disparado, si le miras la boca, le faltan dientes, no concuerda, - Ben se levanto apoyando su mano en el arma que llevaba sujeta con el pantalón a la espalda- ¿Que ha pasado aquí, Randall?

13 de abril de 2014

En los viejos tiempos

Buscaba victimas mejor preparadas que él, es decir, mas fuertes, mas altas, siempre superiores, eso fue lo que dijo y realmente era así  todas sus victimas eran distintas, demográficamente hablando, pero todas eran superiores a George en algún ámbito físico y no, no era ningún tipo de perversión sexual, si no que era su forma de sentirse vivo, hay otros que matan mujeres para suplir algún problema sexual, si, es así  pero George era distinto, George fue el pequeño de tres hermanos, sufrió abusos desde que tuvo uso de razón por parte de sus hermanos y mas tarde por parte de su padre, día a día era ridiculizado y golpeado por la única razón de ser el pequeño, así que creemos que esa fue la causa de su sociópatia que con el paso del tiempo termino convirtiéndose en una psicopatía, creando en el un sentimiento de venganza que se vería frustado el día en que su padre y sus hermanos murieron en un accidente de coche del que George fue el único superviviente, la madre murió en el parto, tal vez todo hubiera sido distinto con ella, sea como fuere, toda esa ira reprimida durante tantos años y esa incapacidad para darle salida contra las figuras creadoras de esa ira, así que ese creemos que fue el desencadenante, la primera victima se llamaba Walter Crane, era deportista, se ganaba la vida como entrenador personal, también luchaba a nivel nacional, no recuerdo en que modalidad, pero en un ring a la izquierda tendríamos a George sesenta kilos y en otro lado a Walter cien kilos de musculo, David contra Goliath.

George estuvo acosaba a sus victimas, buscaba sus puntos débiles y los machacaba, las desgastaba psíquicamente y cuando mas hundidas las tenia, era cuando aparecía y las mataba, poco mas, estuvo años aprendiendo como hundir a una persona así que era lo que mejor se le daba, por eso cuando me dices que estas viéndolo apartar a unas babosas para que no las pisen, yo te digo que es el George que buscamos, seria incapaz de hacer daño a una mosca, por que una mosca seria incapaz de hacerle daño a él, eso no es lo que busca.

6 de abril de 2014

Los Viejos Tiempos


--          Al final del pasillo llegara al salón, allí verá a Margaret, es nuestra cuidadora, fue ella la que le atención por teléfono.

-          Vale, gracias, y por cierto ¿tiene fuego?

-          Aquí no se puede fumar, señor.

Dócilmente volvió a guardar el cigarro en la cajetilla y recorrió el pasillo esperando encontrar a Margaret y que este le aliviaría un poco al menos el día que llevaba. Cuando llego al salón solo vio ancianos por todas partes, unos veían la televisión, mientras otros se entretenían jugando con cartas, por fin, vio a una mujer ataviada con un pantalón y una camisa blanca agachada al lado de una mujer mayor sentada en un sillón que era la viva imagen de un cadáver, pensó que la mujer agachada debía ser Margaret, hablaba con la señora mayor, pero esta ultima parecía no escucharla, tenía la mirada perdida, daba la impresión de que ella misma estaba perdida en otra época, cuando por fin se levantó, él se acerco y preguntó

-          ¿Es usted Margaret? Hablamos por teléfono

-          Ah, sí le recuerdo, entonces buscaba a George Decker, ¿verdad?

-          Si, ¿está aquí?

-          Claro, lleva unos seis años con nosotros

-          Si pudiera hacer el favor de decirme quien es

-          Bueno, sígame

Mientras Margaret lo conducía hacia el jardín, el hombre no pudo evitar preguntar

-          ¿Dónde vamos? ¿Lo tienen encerrado?

Margaret lo miro con una sonrisa sin dejar de avanzar

-          ¿Encerrado? ¿A George? Nunca hemos tenido problemas con él, es solo que anoche llovió mucho y ahora  seguramente estará en el jardín

-          ¿Y qué hace allí?

-          Mírelo usted mismo

Acababan de llegar a una puerta doble de color verde con cristalera, Margaret la abrió, esta vez no había dudas, solo había un anciano de rodillas en el caminito asfaltado que se abría paso entre el césped del jardín. El hombre se acerco al viejo hasta que pudo ver con que pasaba el tiempo, el viejo estaba recogiendo las babosas del camino y llevándolas una a una al césped, Margaret estaba detrás de él.

-          Le gustan estos bichos, así que siempre que llueve viene aquí a apartarlos para que nadie los pise.

-          Espere, ¿me está diciendo que Decker, George Decker, cuando llueve sale corriendo como un niñito a quitar a esos bichos para que nadie los pise.

-          Ya lo está viendo.

-          Vale, discúlpeme un momento

El hombre se aparto de la escena mientras sacaba su teléfono móvil y marcaba

-          Oye,  vuelve a repetirme la dirección

-          ¿Qué pasa? ¿te has perdido?

-          Puede ser, estoy delante de Decker

-          ¿Y que aspecto tiene?

-          El de un viejo que se preocupa por qué no aplasten a unas babosas, no se parece mucho a lo que decía el informe

-          Es él

-          ¿Pero cómo va a ser este viejo alguien que mato a veinte personas?