22 de junio de 2014

Cuit (1/2)


Esto viene a ser una historia de chico conoce a chica, siento no ofrecer mucho mas, a día de hoy, las relaciones interpersonales se han facilitado, se han facilitado hasta tal punto que puedes relacionarte con varias personas a la vez usando el mismo instrumento, ya sea un ordenador, un teléfono móvil, una tablet y si los instrumentos brindan todo un abanico de posibilidades, los medios no se quedan atrás, chats, llamadas telefónicas, redes sociales, la lista es interminable, así fue como Jacob encontró a Ari, bueno, a Aria, a Rachel, a Julia, a Emma, pero nos centraremos en Ari, aunque empecemos por Jacob.

Jacob era un niño, adolescente, niño adolescente, como queráis etiquetarlo, diecisiete años, su aspecto físico era lo de menos, pero era un chico normal, ni destacaba, ni pasaba desapercibido, dentro de la normalidad, era lo más absolutamente normal, no tenia hermanos, lo cual le aportaba un grado de privacidad bastante alto, vivía con sus padres y eran una familia feliz, como decía, solía frecuentar chats y redes sociales donde conocía chicas, le resultaba más fácil conocerlas a través de internet y quedar con ellas, a fin de cuentas, con diecisiete años sus impulsos solían ser mas escrotales que cerebrales, así iba, hasta que Ari se cruzo en su camino, no es que Ari fuera especial, no es que tuviera más conversación que las demás chicas, Ari estaba lejos, vivía en otra ciudad a una hora de viaje de coche, no era demasiado, pero con diecisiete años, hasta los obstáculos más pequeños se convierte en abismos insalvables, así que esa imposibilidad de tenerse, hizo crecer en ellos una atracción mayor que con el resto de pretendientes por ambos lados, bueno, esa imposibilidad y la orgia de hormonas que dictaban las conductas de ambos.

Hablaban, se veían por Cam, quedaban a la hora de cenar para hacerlo juntos, ponían películas a la vez mientras tenían la Cam activa para comentarlas, se masturbaban juntos, solían dejarse mensajes cuando no estaba el otro, aunque desde fuera pudiera parecer el nacimiento de una relación amorosa a esa edad el amor suele confundirse con el deseo, a veces hasta el deseo se confunde con amor.

Los padres de Jacob también destacaban por su absoluta y rotunda normalidad, el padre trabajaba en un concesionario, vendía coches, la madre era administrativa en un edificio del centro de la ciudad, creyentes, enamorados con hijo y perro, la familia ideal.

Se acercaba el fin de curso y Jacob y Ari seguían hablando todas las noches y dias y tardes y mañanas y a todas horas, los padres de Jacob decidieron coger vacaciones al mismo tiempo para poder hacer alguna escapada y cuando esta noticia llego a los oídos de Jacob este sin duda vio la oportunidad, la oportunidad perfecta para hacer que Ari viniera y pudieran dar rienda suelta a su amor, a su amor sobre la mesa del salón, contra la pared de la cocina, en el suelo del pasillo, etc.

Y así fue, Jacob convenció a sus padres de que se fueran ellos solos durante una semana, que se lo habían ganado, tampoco costo demasiado convencerlos, una semana solos pintaba demasiado bien, así que, sobre las ocho de la mañana del viernes estaban saliendo de casa, sobre las diez de la mañana del viernes, Jacob estaba en la estación recogiendo a Ari.

La casa de Jacob, era amplia, tenía un gran patio delantero, su padre a veces venia con coches del concesionario y los aparcaba ahí delante, la puerta de la entrada era amplia, tenia cristales pero decidieron quitarlos porque sería facil romperlos y entrar a robar, suelo del pasillo era de azulejos y sobre la mesita del recibidor habia un condón usado, la cocina era estilo americano, una barra donde podían encontrar la plancha, fregadero y una zona amplia para preparar los ingredientes, los cazos colgaban, el frigorífico parecía un armario y en el cubo de la basura habia un condón usado, el cuarto de Jacob era el cuarto de cualquier adolescente, desordenado, un ordenador, una televisión, una consola, un par de posters y unos cuantos condones usados, aunque el santo grial de la casa, era la habitación de los padres, el suelo enmoquetado, un baño con una bañera enorme de hidromasaje y una cama amplia, donde Jacob podía jugar como quisiera con Ari, el cabecero era metálico, es decir, tenia adornos florares metálicos y todo ello era un intrincado diseño con barras galvanizadas y allí en el cabecero era donde Ari estaba atada, mirando a la pared, de rodillas, mientras Jacob la agarraba de la cintura y del pelo, tirando hacia él, entrando en ella una y otra vez, con el ímpetu de la edad, le resultaba raro mirar a Ari y subir la mirada y ver las caras de su padre y de su madre en el cuadro que estos tenían colgado sobre el cabecero, en cierto modo hasta le excitaba, así que, se dejo llevar, las embestidas se sucedían una tras otra, con más rapidez y fuerza, la cama vibraba, el cabecero golpeaba la pared y esta hacía saltar al cuadro, tal fue la energía de Jacob, que el cuadro de sus padres termino descolgándose, cayendo y rebotando en el cabecero y alojando  una de las esquina de su marco entre los dos hemisferios de Ari.

Chico conoce a chica, chico mata accidentalmente a chica.

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