Necesitaba
un caballo nuevo, así que esa era mi prioridad en Old River, como casi todas
las ciudades de por aquí, nacieron cerca de un río y tomaron el nombre del
mismo, compre un buen ejemplar, negro como la noche, bastante manso y
obediente, me aprovisione y salí de la ciudad, no pase más de un par de horas allí
y bastantes horas de viaje tenía por delante como para entretenerme demasiado.
Un desierto
por recorrer y una deuda por saldar, Jack Frade, ese es mi motivo para cruzar
el desierto, hace un año, Jack, un par de tipos mas y yo, hacíamos que los
sibaritas de Ciudad Cruz temblaran de miedo mientras los encañonábamos, esperábamos
que la pólvora explotara y volara la puerta de la caja fuerte, Ciudad Cruz era
un punto clave, la recaudación de los bancos pasaba por allí de camino a la
sede en Calicua, así que esperábamos una gran sorpresa y vaya que fue así la pólvora
exploto, la puerta voló y el resplandor del oro era tan fuerte que tuvimos que
taparnos los ojos, cargamos todo el que pudimos en los caballos y huimos lo más
rápido que pudimos, la sorpresa llego a mitad de camino, cuando Jack nos
disparo a los chicos y a mí por la espalda y nos dejo tirados en mitad del
desierto, mala suerte, aunque sobreviví.
Me dirigía
a Fort Grave, un fuerte que termino abandonado después de la guerra y que según había oído era el escondite de Jack, para ajustar cuentas, el oro era lo de
menos, quería ver a ese perro malherido y
en las ultimas.
La
temperatura no acompañaba, estaba empapado en sudor, mi caballo renqueaba, no había sido una buena compra, aun quedaban un par de millas, así que la mejor opción
era acampar, a fin de cuentas estaba anocheciendo, si mi caballo moría de
agotamiento yo sería el siguiente, si no me mataba el calor, serian las
serpientes o los buitres, no había una condenada cosa a varios kilómetros a la
redonda que no pudiera matarme, así que pare.
Tenía algo
de carne en el zurrón del caballo, hice una pequeña hoguera y la calenté. Le di
de beber al caballo y ya sí, con el estomago lleno, no tarde demasiado en
dormirme, fue al despertarme cuando la vi por primera vez, me levante de golpe tropezándome
con mis propios pies y eche mano rápido a mi revolver apunté a eso, pero ¿Qué era
eso? Era como una sombra, pero no tenia forma alguna, como si hubieran
desparramado una botella, le disparé, pero no hizo nada, la insulté pero no
hizo nada, simplemente estaba ahí parada delante de mí, monté en mi caballo y
me fui.
La
sombra me siguió.
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