7 de mayo de 2010

Batallitas

si es que ya no tengo ni a quien llorar por eso convierto una sola gota en todo un mar, me hago viejo y no tengo oídos a mi alrededor para mis batallitas, por eso no dejo a los trenes pasar y tengo un bono de 100 viajes, pero me entretengo tanto con los cercanías que me pierdo los continentales y de nuevo solo en el anden pegado a la pared por miedo a que alguien me empuje a las vías pero ya estoy en ellas como una moneda esperando que la hagan plana, inservible y no servia como una cárcel sin barrotes, vació, como el Aqueronte sin Caronte y aqui me ves, clavado mirando al horizonte, el chico del maíz me llaman y tal vez vuelva a probar suerte, pero sigo atado a esta tierra añorando un futuro que prometía pero yo si tengo el tiempo para poderlo malgastar, me sobra a raudales, ¿recuerdas mi pasillo de cristal? esta tan lleno que se hace difícil avanzar sin cortarte, sin lamentarte a cada paso por una gota de sangre perdida, por una vida malvivida, por elecciones que pesan demasiado como para olvidar, podría coserme la boca y dejarte ser, a veces se me olvida que me prohibí, volver a amar, si quieres otro retazo de mi, mejor date prisa, a este muñeco de trapo le han robado los harapos y las termitas se llevaron su esqueleto, y ni siquiera tengo un nombre que gritar, solo letras de alquiler, que se adaptan a una nueva cara, como un remiendo, temporal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario