- ¿De que
la pedimos?
- No sé,
a mi me da igual, lo que tú quieras cariño
- No, no,
no, no, no volveré a caer en eso, la última vez pedí lo que quise y estuviste
todo el rato quejándote
- Ya, pero
es que tienes un gusto un tanto peculiar
- Me
gustan las cosas fuertes, por eso estoy contigo
- Calla
idiota, mira, pide para mí una de esas que tienen piña
- ¿Hawaiana?
- Si, esa
y pídete otra para ti de lo que quieras
- Está
bien, déjame tu móvil
- Mientras
llamas buscare una película para ver mientras cenamos
- Tu gusto
en ese campo sí que me da miedo
- Calla
idiota
Poco después
de que él pidiera la pizza, se acercó a ella por la espalda
- ¿Qué?
¿Has encontrado algo que ver?
- Si,
Django
- Estas
emperrada en que vea esa película, sabes que detesto a Tarantino
- Si ya
lo sé, porque es una mala copia de tus directores orientales y bla bla bla
- No te
burles, es así solo es un aprovechado que hizo una buena película, Tarantino es
al cine lo que call of duty a los juegos o Santana a la música, hicieron algo
bueno y a vivir del nombre
- Pero sé
que te va a gustar
- Va, lo intentare,
total
- El
repartidor, llego unos veinticinco o veintiséis minutos después de que
empezaran a ver la película, un instante de salvación del infierno tarantinesco
- Vale, aquí
tienes tu insípida pizza con piña y esta es mi maravillosa y picante pizza con
toda la carne y condimentos que tenían en la pizzería
No
tardaron demasiado en terminar de comer, ella solía dejar los bordes de la
pizza, él no entendía eso, casi se podía decir que era la parte que más le
gustaba, a pesar de ser la que menos sabor tenia, pero esa esponjosidad que
encontraba en los bordes, no la encontraba en el resto de la pizza, a no ser
que los bordes estuviesen crujientes, aun así, también le encantaban
- Bueno,
ya recogeremos cuando acabe la película
- Tranquila
ya lo hago yo
- Él, recogió
las servilletas de la mesa y las metió dentro de una de las cajas de pizza,
puso una caja sobre la otra, las sostuvo entre sus manos, y de repente ambas
cajas desaparecieron
- ¿Dónde las
has mandado esta vez?
Pues no
estoy muy seguro, al oeste, posiblemente al pacifico
- No me
gusta que tires basura al mar, por cierto ¿Dónde está mi móvil?
En ese
mismo instante, dos cajas de pizza, aparecieron a unos 60 metros sobre el océano
pacifico, no muy lejos de las costas del Caribe, nadie pudo verlas, nadie pudo
saber que aparecieron de repente allí en lugar de ser arrastradas por la marea,
a excepción de un gran blanco que en ese momento se encontraba bastante cerca
de la superficie, obviamente no sabía muy bien que eran esas cosas que flotaban
allí arriba, pero tampoco le importo mucho su ignorancia a la hora de comérselas,
unos minutos más tarde, el gran blanco pudo sentir una vibración que provenía de
su estomago (eso habría pensado de ser consciente de poseer un órgano llamado
estomago) y un ligero sonido ahogado, que se podía oír mejor si alguien hubiera
sido tan valiente como para poner su oído cerca de las branquias del escualo,
en ese mismo instante, a más de seis mil kilómetros, había un chico llamando al
móvil de su chica para intentar encontrarlo por el sonido.
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