15 de septiembre de 2009

Limpieza, pasillo bebidas

Imagina un niño en un centro comercial, ensimismado viendo el muñeco de su superhéroe favorito, su único objetivo en ese momento es tener esa figura, su única motivación es convencer a sus padres para que se la compren, el sabe que no pide nunca incluso en épocas como navidades, pero esta vez es distinto, necesita ese muñeco, su mente empieza a trabajar, a su diestra esta su hermano menor, el cual lo sigue a todas partes, el protagonista de esta historia empieza a caminar, mientras sus padres están distraídos mirando que tipo de aceite será más saludables para sus hijos, el chico sigue caminando hasta llegar a la sección de bebidas alcohólicas del centro comercial, suele ser una sección que llama la atención de los niños por sus colores y brillos, el chico se acerca a una de las botellas que más cerca y más a su altura estaba, en este caso un Chatteu del 94, el chico la coge entre sus manos, con su hermano expectante, la deja caer, el sonido de una botella de Chatteu del 94 rompiéndose contra el suelo de un centro comercial, no parece llamar la atención de los ortos clientes de esa sección y tampoco prestan demasiada atención cuando el chico coge el cuello roto de la botella y lo hunde en el cuello de su hermano menos, seccionándole la arteria, la sangré brota al ritmo acompasado de los latidos del corazón del hermano menor, un cuello roto rompiendo otro cuello, irónico, su motor se para, hay más sangre alrededor de el, que dentro de el, sus piernas ya no le aguantan y cae al suelo, el chico cambia el cuello roto de la botella por el pie de su hermano, su pequeña altura le proporciona la indiferencia de los clientes con ojos ocupados en la graduación de las botellas, el chico seguía arrastrando el cuerpo de su hermano menor, aun este estado, le sigue siguiendo a todas partes, una estela roja marca el camino a un chico ensimismado, a un chico motivado, los padres aun discuten por la compra sin prestar atención a sus hijos, hasta que una voz aguda rompe el silencio, “papi, mami, este juguete ya se me ha roto, quiero otro”.

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