- ¿Esta
listo?
- Falta
su aprobación
El hombre
se giro hacia la puerta y la abrió, accedió a la sala, era una habitación blanca,
completamente y en todas las definiciones de la palabra blanco, casi costaba
distinguir donde había una pared y donde no, el chico estaba sentado en el
suelo, jugando con bloques de construcción, delante de él tenía una reproducción
bastante fiel del arco del triunfo francés, tal vez fruto de la casualidad, tal
vez no, el hombre camino hasta la distancia que considero seguro e hinco la
rodilla izquierda en el suelo, prefería eso a sentarse, apoyo su mano derecha
en su rodilla derecha y llevo la mano izquierda a su espalda para tener
agarrado el taser que llevaba pillado en el pantalón.
Con una
seguridad que pensaba haber perdido al cruzar la puerta de la habitación, dijo.
- Hola chico
El
chico tendría unos cinco años, seguía moviendo los bloques y apilándolos uno
encima de otros, ni siquiera levantó la mirada para contestar
- Hola –
de una forma tan vacía que casi parecía que ni había usado su lengua para
emitir sonido alguno-
Veo que
te gustan los bloques, sabes, me alegra eso, esta gente que te cuida no quería darte
los bloques pero, ¿sabes qué? Peleé muy duro con ellos para que te los dejaran,
pensé que divertirías, de todas formas si quieres algo mas solo tienes que pedírmelo
y me encargara personalmente de que te lo traigan, no queremos que te aburras
mientras estés aquí
- ¿Eres
mi papá?
El escalofrió
volvió a recorrerle la espalda pero esta vez en sentido inverso, hacia el
taser, una pregunta estúpida se materializo en su mente ¿lo sabrá?
- No,
chico, no soy tu padre
- ¿Dónde está
mi papa?
El hombre
lanzó una mirada de duda hacia una de las esquinas de la habitación donde sabía
que había una cámara la cual no se podía ver a simple vista, el chico levantó
la cabeza por primera vez y lo miro directamente a los ojos, hasta el escalofrió
de la espalda del hombre se heló y tiro del taser hasta sacarlo de su pantalón pero
aun lo mantenía en su espalda.
- Tu papá
esta de camino, llegará en unos días y mientras nos ha pedido que nos hagamos
cargo de ti, por eso estoy aquí, para saber que necesitas.
El chico
volvió a bajar la cabeza y a centrarse en sus bloques
- Vale, quiero
helado
La tensión
del hombre se desplomo como un borracho sobre su cama al llegar a casa después de
una noche de bares
- Claro, ¿de
qué sabor?
- Vainilla
El hombre
se levantó sin decir nada más y se giro ocultando el taser de su mano izquierda
con su cuerpo, salió de la habitación lo más rápido que pudo, la chica que había hablado con él antes de entrar seguía allí esperando.
- ¿Entonces
como lo ve?
- Cree
que su padre sigue vivo, debemos comprobar si conserva noción del tiempo, en
caso afirmativo debemos hacer que la pierda o será incontrolable, en caso
negativo eso significaría que ya está listo, mientras tanto, denle todo lo que
pida, vaya a buscar un maldito helado de vainilla
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