24 de noviembre de 2013

Taza de café


Siéntate tranquilo, si, siéntate tranquilo a tomarte un café en tu balcón, mira a las demás personitas allá abajo en la calle, pululando sin sentido de un lado a otro, siéntete poderoso, piensa que puedes escaldar a cualquiera de ellos tirándole el café encima, solo tienes que asegurarte que nadie te este mirando y hacerlo, es facil, levántate, extiende tu brazo con el café y gira la taza, estas deseando, pero no, no lo haces, en su lugar sigues bebiendo tu café en tu balcón mientras ves a las personitas allí abajo pululando sin sentido de un lado a otro, hoy otra vez mas, casi estuviste a punto de ser alguien.

Mañana será otro día al fin y al cabo, te levantaras, iras al baño y te miraras al espejo mientras te embadurnas la cara de crema de afeitar, de forma automática, casi como un autómata programado, entraras a la ducha y saldrás rápido para poder desayunar un zumo con sabor sintético y aderézalo con una tostada medio quemada que te deje un regusto a ceniza en el paladar, baja rápido a la calle y no pierdas tiempo en coger tu coche, así serás una más de esas personitas que van pululando de aquí para allá sin sentido y lo notarás, lo notarás sin duda cuando a un par de calles de llegar a tu trabajo alguien te escalde tirándote su café hirviendo desde su balcón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario