2 de febrero de 2014

Frank (1/2)


Frank era un tipo peculiar, la pronta muerte de su padre no le acarreo mucha pena, sobre todo porque al ser hijo único, heredaba toda la fortuna de este, la cual ascendía a varios cientos de millones, así que de ser un tipo normal que trabajaba enchufado en la empresa de su padre, se vio convertido en un multimillonario, dueño de una empresa que facturaba cientos de millones, así que, si antes tenía cosas caras, ahora tenía un coche más caro, una casa más cara, un reloj más caro, ropa, zapatos, productos de belleza, televisiones, todo más caro, no tenia amor pero podía comprarlo todas las noches y a veces a pares, también se tenía a él mismo, sobre todo a él mismo, eso era lo importante, sin duda eso era lo más importante.

Entre sus costumbres se contaba la de cenar en sitios caros y esa noche abrían un nuevo restaurante en la ciudad, de estos con nombres de platos más largos que la cantidad de comida en sí, así que decidió reservar mesa e irse con unos amigos a probar que tal estaba el sitio, amigos, en su mundo la palabra amigo tenia realmente otras connotaciones, amigo era la persona que no te apuñalaba por la espalda mientras tuvieras más dinero que él, después de eso, adiós muy buenas.

Así que allí estaban, a pesar del servicio de aparcacoches, Frank era de la clase de personas que amaban mas su coche que a otra persona, así que prefería aparcarlo él mismo, entraron y se sentaron eran unas seis personas, de las cuales cuatro eran prostitutas de lujo, eso sí, eso no podía faltar, aunque claro, era la primera noche, así que andaba algo desbordados, después de tomar nota de las bebidas, tardaron algo en servirlas, así que cuando el camarero que les había tomado nota llegó por fin con las bebidas, Frank, no podía dejar pasar la ocasión

- Ya era hora, eh

- Discúlpeme señor, esta noche es nuestra apertura y no esperábamos tanta gente, asi que andamos un poco disculpados

- No, si a mí no tienes que darme explicaciones, a mi tienes que servirme al momento

- Discúlpeme de nuevo señor, pero aquí hay más gente que ha esperado más incluso que usted como comprenderá…

Frank se levanto y se arremango la manga izquierda

- Mira, don nadie, ¿ves este reloj? Este reloj vale más que tu coche y mi coche, valen más que tú casa, asi que no parece que te haya ido muy bien, mas te vale hacerme caso

El camarero no dijo nada, simplemente se retiro, las otras personas de la mesa estallaron en carcajadas.
Pasaron las horas, Frank y su grupo seguían allí, habían terminado un par de botellas, eran los únicos, eran los últimos, a su alrededor los empleados ya estaban recogiendo la sala, al menos tuvieron suerte de que Frank decidió que ya era suficiente y se fue tambaleándose hasta su coche, los otros esperaron en la puerta a que se los trajeran, y así fue, cuando llego al parking del restaurante, su coche era el único que quedaba y allí se vio, dibujando ochos con sus piernas mientras intentaba llegar a su coche, mas parecía un mono que una persona,  de hecho cuando llego al capó, apoyo su mano contra el mismo y vomitó al lado de la rueda, se enfado consigo mismo, si hubiera podido mantener la compostura se habría golpeado el mismo en la cara, pero más le enfadó cuando se fijo en la rueda, estaba aplastada, la palpo como pudo y encontró una raja de un par de centímetros, se incorporo maldiciendo

- ¡HIJO DE PUTA! ¿QUIÉN COÑO HA SIDO? ¡TE MATO!

Se giro y si el aire fuera más denso le habría dolido los puñetazos que lanzaba al aire mientras seguía escupiendo calamidades por la boca, hasta que de repente su vista se nubló, aunque no por culpa del alcohol, le habían colocado una bolsa en la cabeza.

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