26 de enero de 2014

Redo


El problema fue pensar que simplemente podría cubrir el retrato de blanco  y volver a reutilizar el lienzo, así que eso fue lo que hice, cubrí su retrato con blanco palo y reutilice el lienzo para un nuevo retrato de otra persona, iluso de mí, no tarde en terminar, casi parecía que simplemente rellenaba huecos, aquí tal color, aquí tal otro, como si mi mano fuese sola ignorando completamente a mi cerebro y ahí estaba el nuevo retrato, cuando lo contemple descubrí que acababa de pintar a la misma chica que había debajo de la capa de blanco.

Iluso de mi, volví a cubrirlo, imbécil de mi, volví a pintarla, daba igual que intentara buscar otra expresión, que usara otros colores, al final terminaba saliendo la misma chica, era como si el primer retrato se hubiera apoderado del lienzo y no fuera a permitir que otra persona lo compartiera con ella.

Así que por última vez, la volví a cubrir de blanco y así la deje, cubierta de blanco, he intentado volver a pintar a esa chica, pero no consigo volver a capturarla por lo que me tienta volver a coger su cuadro e intentarlo ahí, pero a la vez cierta sensación me invade y me sorprendo a mi mismo cuando me doy cuenta de que es miedo, miedo de que realmente pueda volver a pintarla, miedo de que si la vuelvo a ver me enamore de ella y no poder tenerla más que en ese cuadro, a fin de cuentas, ella es alguien que salió de mi mente y se quedó atrapada en mi cuadro.

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