14 de febrero de 2012

Lacus

Parado y seco, expectante, como un roble en otoño voy perdiendo cada hoja a cada paso que ni siquiera doy, pierdo sin hacer, sin hacer soy.

Como un roble en otoño me desnudo, dejo mi interior al aire y dejo que el aire vuelva a limpiarme, cambio mi piel, cambio mi traje y renuevo mi aspecto un año más y a la vez un año menos.

Como cada otoño un anillo más se añade, tan joven y tan hueco, desde el suelo miran amarillas y quebradizas, todas las que intentaron ser y no pudieron, poco a poco, se desprendieron, si no, yo mismo las arranque primero y así, poco a poco me reduzco, desde el suelo con el paso del tiempo se hacen trizas y sobre mi solo hay una, tú, la única hoja perenne del roble caduco.

1 comentario: