Roy no tardo en aparcar su camioneta delante de la puerta de
su pequeña casa, bajo del coche y se encamino hacia la puerta, buscando
torpemente las llaves en su bolsillo, cuando por fin llego, mientras metía la
llave en la cerradura, echó un vistazo a
su establo, miró al cielo y suspiro resignado, como si fuera lo único que
pudiera hacer, esperando que al día siguiente siguieran intactas las pocas
vacas que quedaban. Rose, estaba dentro, esperándole en el salón
- Hola cielo
- ¿Y el chico?
- Ya lo he acostado
Roy se sentó a su lado a mirar la televisión con ella, lo único
que le apetecía en ese momento era
acurrucarse en Rose y olvidarse de todo, pero no había pasado ni un minuto
cuando James, su hijo, interrumpió en el
salón mientras se frotaba un ojo y arrastraba la almohada con su otra mano.
- Papa hay un monstruo en mi ventana
A pesar de las ganas de olvidarse del mundo, había alguien
que siempre tendría un pase vip en las preocupaciones de Roy, y ese era su único
hijo, Roy se levanto de un salto con cara de justiciero
- ¿Un monstruo en tu ventana? vamos a por él, colega
Corrió hacia james y se lo echo sobre el hombro en un solo
movimiento, salió del salón guiñando un ojo a Rose.
- Cariño, vamos a matar a un monstruo, no nos esperes
levantada
James reía mientras su padre lo llevaba sobre su hombro haciéndolo
volar escalera arriba como un superhéroe de cómic, hasta que llegaron a la
puerta de la habitación
- Bien, colega, tu quédate aquí –señalando la puerta- vamos a
ver donde esta ese monstruo, ¿has dicho que estaba en tu ventana?
Roy se dirigió a la ventana acechándola, escondiéndose
detrás de la cama, gateando hasta ella, hasta quedar agazapado debajo de ella
- ¿Así que estaba detrás de la ventana, colega? –susurró-
James avanzo a hurtadillas hasta la cama y cubriéndose
detrás del colchón dijo
- Si papa estaba detrás de la ventana
Roy siguiendo el juego se levanto de golpe hacia la ventana
gritando
- ¡TE PILLE!, vaya arece que sea lo que sea ya se ha ido
Agarro el quicio de la ventana para abrirla
- ¿Cómo era ese monstruo, colega? –Dijo mientras se asomaba
por la ventana-
- Grande y oscuro, Papi, pero cuando se dio cuenta de que lo miraba se
fue volando
Un latigazo frio recorrió la espalda de Roy, como si hubiera
escuchado una sentencia, su actitud cambio por completo, el rostro afable que tenía
hasta hace un momento se desencajo, convirtiéndose en una expresion vacía de
toda emoción alegre, cubierto por un matiz de miedo, volvió sobre sus pasos,
sin pantomimas, cogió a James sobre su hombro.
- Esta noche duermes con nosotros campeón
Volvió a coger a James y a subirlo a su hombro y se lo llevo
de la habitación, esa noche, Roy, no consiguió dormir, mecido entre las
palabras de su hijo y las ideas disparatadas sobre el ladrón.
La semana paso rápido, llamo a Mark el martes para
asegurarse de que todo seguía en pie y asi era, todo seguía en pie, Mark llego
a la granja de Roy sobre el anochecer.
- Venga, vamos arriba, como ese cabron aparezca hoy …
- Se va a llevar un susto de cojones –puntualizo Mark
Se apostaron en el tejado y esperaron, pasaron las horas y
la botella de whisky que había traído Mark iba vaciándose, todo permanecía en calma,
era una noche tranquila, la luna en cuarto creciente, parecía sonreírles, las
vacas dormían, nada perturbo sus sueños, mientras que Roy y Mark escatimaban
los últimos temas de conversación a base de susurros para no delatar su
posición, la noche toco a su fin y les empezó a dar los primeros rayos de sol.
- ¿Crees que nos ha visto?
- Imposible, estamos lo suficientemente lejos como para que no
lo hiciera, tranquilo Roy, vamonos a dormir y esta noche volveremos a vigilar
Roy saco un cigarro y mientras se lo llevaba a la boca,
asentía, pensando en las palabras de James, que aun rondaban su cabeza.
Amanecía otro día en Heraldo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario