¿Suerte,
dices? La suerte ni se tiene, ni te toca, la suerte es como una amante esquiva,
te da un rato de felicidad y vuelve cuando a ella le apetece, la suerte no está
de tu lado, es el ser más neutral de la creación, la suerte no es mala, solo se
ausenta, la suerte no es buena, solo está presente y sobre todo, no esperes que
acuda cuando tú la necesites, y aun así, aunque lo haga, aunque acuda, puede
que no venga a por ti.
La
suerte es el Deus Ex Machina de la vida real, donde no aparece un dios colgado
de un andamio de madera para salvarte el culo en el último momento, en mitad de
un tiroteo, veinte tíos disparándose entre sí, balas silbando por todas partes,
madera estallando y astillas volando hacia todos lados y eres el único que sale
sin ningún arañazo, ¿tiene más suerte el que sale ileso o el que no estaba allí?,
aun así aunque te diesen, aunque te disparasen, dirías “he tenido suerte solo
me ha hecho un rasguño”, puede que sí, que dentro de las posibilidades de
llevarte un balazo, la suerte sea que solo te rasguñe.
Correr
sin sentido, mientras cuatro tíos te persiguen para darte la paliza de tu vida,
llegar al final de un precipicio y saltar, ¿esperas tener suerte al caer? ¿o la
suerte es de los otros tíos por que tú mismo has hecho el trabajo?
La
suerte, la suerte al igual que el tiempo es relativa, relativa para quien la
sufre, relativa para quien la disfruta, relativa según se mire, el agua fría en
verano cae bien, en invierno no tanto, la suerte es como el agua, depende de
cómo caiga, puede simplemente refrescarte o matarte.
Ten
cuidado con la suerte, ella no se alía con nadie, y siempre es un arma de doble
filo, es como una de esas decisiones, por la que al elegir una sea la que sea
una de las partes sale perjudicada, una o varias, eso nunca se sabe, perjudicadas
o agraciadas, eso tampoco se sabe, a fin de cuentas es cuestión de suerte, a
fin de cuentas a la suerte de la muerte solo la separa una letra.
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