Y ya apenas recuerdo todas tus teorías esquivas de la
realidad, apenas siento tus llantos por los que nunca me inmute, apenas estas presente en mí, solo quedan
algunos retazos de lo que pretendiste ser y nunca conseguiste si quiera
acercarte a ello.
Mi amor murió mucho antes que tú en mi vida, si alguna vez
llegue a sentir algo por ti, caducó bastante antes de que me atreviera a
expresarlo, y cuando por fin lo exprese, ciego de mí, me prohibí amar, sin
darme cuenta de que ya lo volvía a hacer.
Mientras compartíamos nuestro último baile entre sabanas, unos
tacones inquietos bailaban en mi mente,
mientras caías deslizándote por mis piernas, era ella la que se deslizaba por
mi cabeza, caricias vacías para mí, que llenaba con su estela.
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