4 de mayo de 2014

Goirl

- Antaño había un hombre, Goirl le llamaban, era el mejor cazarrecompensas conocido, se metió en la guarida de un gusano gigante que se había comido a uno que perseguía  encontró al gusano y le saco del estomago el cuerpo a medio digerir del tío  pues bien, hace tiempo había un par de cabrones que venían por el pueblo a robarnos las vacas ¿y sabéis que dijo el viejo Lloyd? ¿y si contratamos a ese Goirl? el muy cabrón podía ponerse en contacto con él y así fue, lo llamo y al día siguiente estaba aquí  aquel tío era un montaña, nos sacaba varias cabezas a todos, llevaba un par de gafas de sol y una barba que cubría su cara, aunque la cabeza la tenia afeitada, le faltaba una de las manos, en su lugar tenia una de esas manos mecánicas, ya sabéis  de esas que pueden convertir una roca en gravilla solo apretándola  y una bolsa de tela enorme echada al a espalda, le contamos el problema y dijo que no nos cobraría  no le preguntamos el motivo por si cambiaba de idea, pidió una habitación quia mismo en este sitio, subió a ella y salio a la hora, llevaba dos revólveres y un rifle en la espalda, se fue sin despedirse, es noche no vinieron a robar, a la mañana siguiente vimos a Goirl llegando por el este, arrastraba algo, el cuerpo de uno de los ladrones nos dijo que había otros dos, pero que se habían escapado, que iría a descansar y por la noche saldría a por ellos, así fue, a la noche le teníamos preparado un caballo, que menos y al igual que el día anterior, se armó, monto en su caballo y fue camino de las montañas, solo que esa vez me dijo a mi que le acompañase, y la verdad, si queréis que os siga contando que paso, sera mejor que me paguéis otro whisky, empiezo a notar la garganta seca.

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